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MAGIA Y MNEMOTECNIA EN GIORDANO BRUNO caos cósmico al que regresa. Se compara la energía infinita de la ima­ ginación, capaz de producir infinitas imágenes, a la energía infinita que genera infinitas formas en el caos cósmico. El arte de la memoria posee cuatro aplicaciones prácticas. En la primera73, establece un código de imágenes que asocia letras alfabéti­ cas y figuras mitológicas para codificar cada vocablo en una sucesión ordenada de imágenes y eventos. En la segunda74, detalla las dificulta­ des que se pueden encontrar al aplicar el método y propone varias su­ tilezas para traducir en imágenes los términos difíciles de descompo­ ner en grupos de consonantes y vocales. Exhibe las tablas de nombres e imágenes para asociarlos con letras expuestas en las cinco ruedas mnemónicas, seguidas de otro grupo de imágenes y símbolos75. Existe la posibilidad de realizar un alfabeto figurado diferente, recurriendo a los símbolos que cada uno considere más sugestivos. En las dos últi­ mas partes76, se propone resolver las dificultades de los términos pro­ pios del lenguaje filosófico, que parecen tener múltiples significados o que, por su naturaleza abstracta, resultan difíciles de recordar. El De umbris concluye77 con una serie de poesías, en forma de enigmas e imágenes mitológicas, de acuerdo con los principios fundamentales de su mnemotecnia. En definitiva, las sombras y las ideas nos revelan la realidad di­ vina que puede pensarse y conocerse primero por la sensibilidad y la imaginación y, después, por la razón, utilizando figuras, imágenes, sellos, enigmas, y sus correspondientes vínculos. Todo este proceso cognoscitivo se fundamenta en la unidad del saber y del universo que se origina en la unidad divina y a ella regresa, por el conocimiento de la pluralidad que transcurre en este ciclo unitario. La causa abso- composición y descomposición, originando una metamorfosis permanente. El caos es un gran vacío ajeno a todo cuerpo y materia y con la capacidad de abarcar todas las figuras, cuerpos y materias, sin alcanzar nunca la plenitud. En la unidad de este espa­ cio vacío, receptáculo invisible, acaece la diferencia y división de los cuerpos. 73 G. BRUNO, De umbris idearum , O. c., 105-120. 74 G. BRUNO, O. c., 120-162. 75 Cf. F. A. YATES, Giordano Bruno y la tradición hermética , O. c., 228-229. 76 G. BRUNO, O. c., 163-166. 77 G. BRUNO, O. c., 167-177. NAT. GRACIA LVII 1/enero-abril, 2010, 53-99, ISSN: 0470-3790 79

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