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MONTSERRAT BARTOLOMÉ LUISES la eficacia de sus técnicas es capaz de especificar las vías idóneas para designar las conexiones de las simpatías entitativas. El mago reconoce las infinitas diferencias entre las cosas y los sentimientos humanos, cuyo proceso de inagotables metamorfosis acontece en un universo animado, caracterizado por innumerables simpatías entre los entes existentes. 2. LA MNEMOTECNIA El supuesto de la magia es el pampsiquismo universal que en­ tiende la naturaleza como un ser animado, susceptible de ser conquis­ tado por la mnemotècnica, por un método racional de memorización y de organización del saber, una técnica inventiva rápida y milagrosa que transciende el rigor propio de la ciencia. Desde el punto de vista ontologico, el arte de la memoria es una pieza clave para relacionar el orden de las ideas con el orden de las cosas o estructura del mundo y es un componente decisivo para operar sobre la naturaleza52. La magia, la mnemotecnia y la búsqueda de la correspondencia entre el orden de las cosas y el de las ideas son, pues, de inspiración práctica. Los fundamentos teóricos de la mnemotecnia son ontológicos, gno- seológicos, cosmológicos y éticos, y se funden no sólo con técnicas mágicas sino también con principios metafísicos que son esenciales en la filosofía de Bruno. Bruno construye un artificio mnemotécnico para unificar la mente humana con la mente divina y hallar la pers­ pectiva mental idónea que dirija al hombre hacia el conocimiento de la unidad. El arte de la memoria no es un simple instrumento práctico, pues posee un dinamismo profundo que se explica en su fundamento 52 Cf. G. BRUNO, Candelaio , O. c., 37: “ L’arte supplisce al difetto della n a t u r a Sobre el arte de la memoria, véase I. GÓMEZ DE LIAÑO, El idioma de la imaginación, ensayos sobre la memoria, la imaginación y el tiempo , Madrid. Taurus, 1983, 138 y 211; Mundo, magia, memoria , O. c., 311; y de F. A. YATES, El arte de la memoria, Madrid, Taurus, 1974, 298. 303. 448; Giordano Bruno y la tradición hermé­ tica , O. c., 223. En todo caso, el arte de la memoria fue muy popular entre dominicos, franciscanos, filósofos y científicos del Renacimiento (cf. V. SPAMPANATO, O. c., 154). 70 NAT. GRACIA LVII 1/enero-abril, 2010, 53-99, ISSN: 0470-3790

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