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¿SER CREYENTE HACE FELIZ? que conocemos acerca de las emociones positivas y las fortalezas, en qué medida las implicaciones cotidianas del mensaje evangélico pue­ den actuar como responsables de la salud, la felicidad y el bienestar. Por último, se incluye una reflexión acerca de cómo debe edu­ carse en la fe cristiana desde los supuestos compartidos con la Psico­ logía Positiva y se proponen algunas líneas de trabajo posteriores. BREVE ESTADO DE LA CUESTIÓN El estudio psicológico del fenómeno religioso implica la asun­ ción de algunos principios, entre los que pueden destacarse los si­ guientes: 1Q. Se realiza un análisis del fenómeno religioso entendiendo éste como vivencia personal del individuo: se trata estudiar un compor­ tamiento humano específico, la fe religiosa, que parte del reconoci­ miento por parte del individuo de una realidad superior -D io s- que da el sentido último a la realidad, a la historia y a la propia existencia, con quien la persona cree poder comunicarse y que inspira una serie de actitudes, valores y comportamientos. 2° En este sentido, el estudio de la fe por parte de la psicología no agota el fenómeno religioso, sino que se centra en el análisis em­ pírico de una parcela del mismo, en cuanto fenómeno de comporta­ miento 3Q. Se deben asumir los postulados de la psicología en cuanto ciencia social y ciencia de la salud: determinar un estudio objetivo, empírico, contrastable, naturalista y sin posicionamientos ideológicos como hombre de fe o negador de la divinidad 42. Deben insertarse los datos obtenidos en el contexto de mode­ los explicativos de la conducta; no es suficiente limitarse a describir qué sucede o en qué medida ciertos factores religiosos están relacio­ nados con aspectos de la conducta, sino que debe explicarse por qué suceden los fenómenos que se analizan. NAT. GRACIA LVII 1/enero-abril, 2010, 7-51, ISSN: 0470-3790 9

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