PS_NyG_2010v057n001p0007_0051

¿SER CREYENTE HACE FELIZ? la formación y educación religiosa no sólo para prevenir “deformacio­ nes que hagan daño” sino para convertirlas en agentes de felicidad. La psicología positiva como especialidad de la psicología surgió en Estados Unidos a finales de los años noventa, y se atribuye su ini­ cio formal a la conferencia inaugural pronunciada en 1998 por Martin Seligman con la que comenzó su etapa como presidente de la Ameri­ can Psychological Association. En su discurso, Seligman reprochaba el excesivo interés que la psicología ha concedido a la enfermedad y a los problemas, olvidando casi por completo los aspectos positivos del ser humano. Como dejaba claro con sus palabras, había llegado el momento de contar con una ciencia cuyo objetivo fuera entender la emoción positiva, aumentar las fortalezas y las virtudes y ofrecer pautas para alcanzar un estado de funcionamiento óptimo (Vera Po- seck, 2007). El discurso presidencial de Seligman se cerraba con la afirmación siguiente “Lapsicología no es una mera rama del sistema de saludpública, ni una simple extensión de la medicina: nuestra misión es mucho más grande. Hemos olvidado nuestro objetivoprimigenio que es el de hacer mejor la vida de todas las personas, no sólo de las enfermas mentales. Llamo a nuestros profesionales y a nuestra ciencia a retomar esta misión original justo ahora que comienza un nuevo siglo ” (Seligman, 1998, 4). Pocos meses después, un grupo de investigadores establecieron los objetivos, enfoques y aplicaciones de la psicología positiva, de modo que quedaron sentadas las bases para la investigación y el de­ sarrollo de esta nueva forma de entender la psicología, cuya misión es tratar de descubrir y promover aquellos factores que permiten pros­ perar tanto a los individuos como a las sociedades. Tal y como la definen sus promotores, la psicología positiva se basa en tres pilares: (1) las emociones positivas, tales como la alegría, la esperanza, la ilusión...; (2) los rasgos positivos, denominados fortalezas y virtudes per­ sonales, entendidos como aquellas variables internas que es NAT. GRACIA LVII 1/enero-abril, 2010, 7-51, ISSN: 0470-3790 23

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz