PS_NyG_2009v056n003p0599_0618

ELISEUDO SALVINO GOMES Infelizmente, la novedad de sentido del ser humano se ve frus­ trada en escala mundial. Un número creciente de personas están obcecadas por una sensación de ausencia de sentido, que frecuen­ temente se hace acompañar de la sensación de vacío, que Frankl, denominó de un “vacío existente”. Este vacío se manifiesta principal­ mente por el tedio y la apatía. Por lo tanto, el sentido constituye lo imperdible de la existencia humana, esto porque nunca puede ser alcanzado completamente, capturado e internalizado totalmente, como puede ocurrir con los objetos de satisfacción de los instantes. En la logoterapia de Viktor Frankl, o mejor, logofilosofía se de­ fiende un “optimismo del pasado”, considerado como nuestro ver­ dadero ser, nuestro ser real. Todo lo que es pasado es indisponible, cerrado. El futuro es rico en posibilidades, pero vacío de realidad. En La línea de encuentro entre ambos tiempos, se desarrolla el pre­ sente, siempre como límite entre el nada del futuro y la eternidad del pasado. Desde Darwin, se comprobó que, para que las especies evo­ lucionen, es necesario que haya una amenaza a su sobrevivencia provenida del medio ecológico o de los propios elementos compo­ nentes de esas especies. La psicología clásica, basada en la psicodinámica psicoanalítica, preconiza que la culpa del hombre, exactamente, secundaria a esa búsqueda de poder y placer, lo llevaría, inconscientemente, a una búsqueda del sufrimiento y de la penitencia para aliviarse del sufri­ miento. El sufrimiento, reto de un destino auténtico no es apenas por sí mismo una realización, sino el hecho más osado que el hombre consigue llevar a cabo. 610 NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 599-618, ISSN: 0470-3790

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz