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MODESTO BERCIANO de la misma metafísica, absteniéndose de dar visiones acerca de la realidad y del sentido de la misma. En suma, el espíritu positivista y cientificista que domina en la universidad es también un importante factor del alejamiento de la religión por parte de la juventud. No es éste, por supuesto, el único ni tal vez el principal factor. A él habría que añadir factores personales de la juventud en esos años; años en los que la personalidad se va afianzando; años de rebelión frente al orden establecido, frente a las normas y leyes, frente al esta­ do, frente a la religión y frente a la propia familia. Hasta cierta edad se acepta la sumisión sin dificultad. La autoafirmación y el deseo de autonomía personal hace que se reaccione contra las diferentes for­ mas del orden establecido. Y un último motivo sería la comodidad, el mayor atractivo de los juegos, de las salidas, de las diversiones con los compañeros etc. Todo esto resulta más fácil y atractivo que el compromiso y la práctica religiosa. 5. LA CAÍDA DE LOS VALORES MORALES Un nuevo y muy importante fenómeno de la cultura actual es la caída de los valores morales. También este fenómeno es resultado de un largo proceso. Se puede decir que es tan antiguo como la historia humana. Basta recordar el Antiguo Testamento y las condenas de algunos profetas. También en el Nuevo Testamento Cristo condena los legalismos que sirven de pretexto para escabullirse de valores morales más importantes. En la época actual, el problema de los valores se presenta de manera nueva. También aquí hay que evitar generalizaciones. Ya hemos visto que la época contemporánea tiene también aspectos positivos: Hay mayor sensibilidad por los derechos y dignidad de la persona, mayor reconocimiento de los derechos de la mujer, etc. Pero ha habido, en general, una caída de los valores objetivos y una enorme relativización de los mismos. 588 NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 569-598, ISSN: 0470-3790

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