PS_NyG_2009v056n003p0569_0598

DIÁLOGO DE LA IGLESIA CON LA SOCIEDAD Y LA CULTURA ACTUALES Con respecto al agnóstico, habría que decir aún que, en senti­ do puramente teórico, estarían en la línea de los que dicen que las pruebas de la existencia de Dios no prueban. Y decimos que en un sentido puramente teórico, porque ni se sostiene un agnosticismo en la praxis y en la vida, ni bastan los argumentos de la existencia de Dios para creer en Él. Algunos agnósticos, desde posturas empiristas o positivistas, justifican su punto de vista diciendo que sólo creen lo que se puede demostrar. También esto es una postura puramente teórica. Esos mismos agnósticos en su vida van haciendo innumerables actos de fe en cosas y en hechos de los que no tienen demostración alguna. Pero estas reflexiones teóricas tampoco creo que tengan valor algu­ no para refutar el ateísmo o el agnosticismo. Tampoco lo pretenden. Me conformaría con que los creyentes vean en ellas un motivo para seguir dando gracias a Dios por el don de la fe. En síntesis: El ateísmo se presenta no sólo como negación de Dios, sino como un humanismo, como afirmación del hombre. Por eso puede denominarse ateísmo antropocéntrico. El hombre se con­ sidera autosuficiente y autónomo; y en consecuencia, considera a Dios como superfluo y hasta como un impedimento para el huma­ nismo o para la autorrealización del hombre. Este ateísmo es muchas veces indiferente; pero muchas otras es activo y militante. J. L. Ruiz de la Peña, hablando del ateísmo de algunos autores españoles que él presenta, dice que más bien que ateísmo ha sido anti-teísmo, agre­ sivo, militante, visceral. Posteriormente parece que se ha vuelto un poco más dialogante y receptivo21. El ateísmo es hoy un fenómeno de masas. Y hay que decir que el ateísmo prende con facilidad, por ser humanismo ateo o antro- pocentrismo, que sustituye a Dios por el hombre; porque afirma la autosuficiencia o autonomía del hombre; porque defiende una libertad sin fronteras y sin dependencia de ningún ser transcendente. Aunque esto sea una utopía, la idea de una libertad así halaga al ser 21 J. L RUIZ DE LA PEÑA, Crisis y apología de la fe. Evangelio y nuevo mile­ nio (Presencia Teológica 81) Santander, Sal Terrae, 1995, 100-105 NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 569-598, ISSN: 0470-3790 585

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz