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MODESTO BERCIANO De ahí en adelante, Comte fue a parar a una serie de extravagan­ cias. Sustituyó la religión cristiana por lo que él llamaba la religión de la humanidad. En lugar de Dios afirmó el “Gran s e r ” ( G rand être), creó un calendario civil, en lugar del calendario religioso, con días dedicados a científicos, escritores, etc. Y, para colmo de extravagan­ cias, se consideró a sí mismo sumo sacerdote de la nueva religión. Hoy día no sigue nadie no sólo estas últimas extravagancias, sino tampoco el optimismo de Comte acerca del desarrollo de la cul­ tura y de las ciencias. El desarrollo de éstas es bastante más complejo de lo que pensaba Comte. Pero la idea general, según la cual el pe­ ríodo positivo o científico acabará por explicarlo todo e imponerse, sigue teniendo bastantes seguidores también en la actualidad12. Y otro filósofo que no se puede dejar de mencionar hablando del ateísmo contemporáneo es F. Nietzsche. La filosofía de Nietzsche no es de fácil lectura para aficionados. Pero obras suyas como El anticristo o el Ecce hom o son leídas por muchos, también por mu­ chos no filósofos. Nietzsche se opone a toda la filosofía y en general al pensamiento occidental, a partir de los filósofos griegos Sócrates y Platón. Platón habló de un mundo transcendente, de un mundo superior o mundo celeste, que es el verdadero mundo, al cual hay que tender. Luego, el cristianismo reafirmó estos valores superiores como religión. Lo que Platón afirmaba como filosofía, el cristianismo lo divulgó como religión; Nietzsche considera el cristianismo como platonismo para el pueblo. Estos valores superiores han regido a lo largo de la historia de occidente y han sido no sólo objeto de fe, sino también fundamento de la moral y de la vida en general. Nietzsche niega todos estos valores y habla de transmutación o desvaloración de todos los valores; y él mismo considera su filosofía como plato­ nismo invertido. Frente a estos valores superiores, Nietzsche proclama el nihi­ lismo. Éste es el derrumbamiento y la desvalorización de todos los valores. La caída de estos valores sucede porque se muestran como 12 Cf. D. NEGRO PAVÓN, Comte. Positivismo y revolución, Madrid, Cincel, 1985. 580 NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 569-598, ISSN: 0470-3790

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