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LA REALIDAD SUPREMA 8Q) Creo en la igualdad de derechos y deberes de todos los seres humanos que, en enriquecedora diversidad, habitamos este Pla­ neta, y en su alta responsabilidad como Especie dotada por la Causa Primera con capacidad de cognición y reflexión para poder llegar a descubrir cada uno, en inalienable Libertad, su Destino Esencial, su Trascendencia. 9Q) Creo que en la Creación, que es Vida, no cabe la muerte, que no es sino un aparente desorden material consecuente con la transformación cíclica y evolutiva de todo lo creado, tanto esen­ cial como material, en función de su concejo y superior Desti­ no. 10Q) Creo que todas las normas éticas o morales impartidas hasta ahora por las grandes culturas religiosas, e incluso por la filo­ sofía definida como atea, son válidas y asumibles siempre que tiendan a la Libertad y la Justicia de todos los seres humanos y al absoluto respeto y Amor a la Naturaleza, nuestro patrimonio común. 11Q) Creo firmemente en el futuro Glorioso de la Humanidad y de la Creación. 2. C redo A p o stó lic o ( S íntesis de la fe cristiana ) Creo en una Divinidad Omnipotente y Amorosa, Creadora del infinito Universo y de esta maravillosa Tierra. Creo en Jesús de Nazaret, su Hijo Primogénito, nuestro Señor, que por obra y gracia del Espíritu Divino nació de José y María, y que por exigencias del Sanedrín padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado, descendió, para dignificar­ la, a la profundidad remota de la Consciencia Humana, y resucitó de la muerte en la Dimensión Gloriosa, donde asumió su Función Salvadora integrado en la Trinidad Todopoderosa. Desde allí, fuera del material espacio-tiempo, nos ayudará siem­ pre a sus hermanos menores espiritualizados a seguir el Camino NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 481-566, ISSN: 0470-3790 565

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