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LA REALIDAD SUPREMA Es irresistible no traer a colación, y a modo de comentario, el siguiente texto de Oseas: “Oíd la palabra de Yahvé, hijos de Israel, que va a querellarse Yahvé contra los habitantes de la tierra, porque no hay en la tierra verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios. Perjuran, mienten, matan, roban, adidteran oprimen, y las sangres se suceden a las sangres. Por eso está en luto la tierra y desfallecen cuantos en ella moran, aun las bestias salvajes y las aves del cielo, y hasta lospeces del mar perecen ”(Os 4,1-3). Sólo los jueces permanecen insensibles: no escuchan, no com prenden, están ciegos y no quieren ver47. Tras la denuncia y la constatación de la falta de arrepentimiento y de enmienda, llega la sentencia. Aunque su altísima dignidad de jueces les ha llevado a endiosarse , en realidad son hombres como los demás y no van a quedar impunes. La condena es a muerte (ver Is 40,23; Qo 3,16-17; 5,7). En el NT. Cristo recuerda la frase del Sal 82,6 interpretándola en el primer sentido, es decir, de los jueces que recibieron de parte de Dios su oficio y su misión. La afirmación de Jesús sobre su uni dad de pensamiento y de acción con el Padre sería blasfema si no fuera verdadera. En segundo lugar ella divide a los hombres en dos facciones: los creyentes aceptan las pretensiones de Jesús y le con sideran como el Revelador, el enviado por el Padre para dar la vida al mundo; los judíos, los increyentes, le consideran como blasfemo, como alguien tan loco que se pone al nivel de Dios. Partiendo del Sal 82,6 se llama “dioses” a aquellos que han sido comisionados por Dios para trabajar por el bien de su pueblo; no deberían escandali zarse de que se llama Hijo de Dios aquel a quien Él ha enviado al mundo como su embajador. Si los jefes humanos pueden ser llama dos dioses, ¡cuánto más puede ser llamado Hijo de Dios el que es mucho más que ellos!48. 47 G. FLOR SERRANO, Los Salmos , en “ Comentario al AT, II”, Madrid, Casa de la Biblia, 1997, 467. 48 F. FERNÁNDEZ RAMOS, Evangelio según san J u a n , en Comentario al Nuevo Testamento , Madrid, Casa de la Biblia, Atenas - PPC, 1995, 263-339; y en El Evangelio de San Juan, en El Mensaje del N.T., Madrid, La Casa de la Biblia, 1989. NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 481-566, ISSN: 0470-3790 555
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