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FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS la profundidad donde no existe ningún tipo de estructura y fluyen hacia informaciones y conocimientos comprensibles a nivel racio­ nal. Estas imágenes son claves en las que lo divino intenta hacerse consciente39. Para que las imágenes cumplan su finalidad tienen que estar lejos de lo o del Imaginado y mantener el oído abierto para percibir su transmisión. No puede ser una casualidad que el AT hable de la mano de Dios en más de 200 pasajes. El recurso a la mano de Dios expresa siempre la acción de Dios mediante la cual manifiesta su crear y actuar poderosos: Dios pone su mano sobre alguien (Ex 7,4- 5: “El F araón no os escuchará, y y o p on d ré mi m an o sobre Egipto y s a c a r é d e la tierra d e Egipto a mis ejércitos, a mi pueblo, a los hijos d e Israel, m ed ian te g randes ju icios. Los egipcios sab rán qu e y o soy Yahvé cu an d o tienda y o mi m an o sobre Egipto y saqu e d e en m edio d e ellos a Israel ” (Ez 6,14; Is 1,25; 11,15). Al describir la salida de Egipto se acentúa repetidamente que Dios ha liberado a su pueblo de la esclavitud con m an o fu er te y b ra ­ z o p od ero so trasladándolo a la libertad (Ex 13,3 • 14. 16... El faraón experimentó la mano poderosa de Yahvé extendida sobre los egip­ cios (Ex 3 , 19-20). La mano de Yahvé actúa en la historia lo mismo que hizo en la creación (Is 51,5.9; 52,10). En el NT la mano de Dios sólo es mencionada en las frases que hacen referencia al AT o que han sido tomadas de él (Le 23,46/Sal 3 1 ,6 ) y es utilizada para castigar (Hch 13,11). Jesús realiza curacio­ nes mediante la imposición de las manos (Me 5,23'. el flujo de sangre de una mujer cesa y la hija de Jairo resucita por el mismo procedi­ miento; (Me 7, 32): el sordomudo es curado y la curación del ciego de nacimiento se realiza mediante la imposición de las manos (Me 8, 23.35). La mención frecuente de tocar con las manos o la imposición de las mismas es un rasgo típico de las historias de curación. Para impartir la bendición y comunicar el Espíritu se imponen las manos (Mt 19, 13; Hch 8, 17). Posteriormente, y hasta el día de hoy, se 39 W. JÄGER, O .e., 26-29. 42. 59-61. 66-68. 214. 246. 532 NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 481-566, ISSN: 0470-3790