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LA REALIDAD SUPREMA cíales que siguieron a la Singularidad primera. En ella el Vacío-Ple­ no comenzó a abrir su “plenitud” que, en miles de millones de años, nos ha regalado un cosmos que estamos comenzando a conocer. Sabemos algo de la Vía Láctea, que es una galaxia más de los varios cientos del millones de galaxias que pueden verse con los mo­ dernos telescopios y que cada una de ellas contiene cientos de miles de millones de estrellas... Si vamos ampliando nuestro horizonte, como un paleto que comienza a salir de su pueblo, nos encontrare­ mos con las Nubes Magallanes , que son dos pequeñas galaxias que se encuentran a unos 500 mil años luz de la Vía Láctea... Un poco más allá, a 2,7 millones de años luz, nos encontramos con Andró­ meda. Una respetable galaxia. Con un diámetro de 200.000 años luz, aunque se estima que tiene menos estrellas que la Vía Láctea. Estas cuatro galaxias: Vía Láctea, Andrómeda y Nubes Magallanes, forman lo que se llama el grupo local por estar unidas gravitatoriamente, y no presentan corrimiento hacia el rojo. La Vía Láctea y las galaxias del grupo local son de tipo espiral, que es con mucho el más frecuente. Pero hay otros tipos de galaxias como las elípticas y las irregulares. Los científicos han encontrado explicaciones razonables al porqué de las galaxias espirales, debido a la rotación de todas sus estrellas alrededor de su núcleo central. Más difícil resulta la explicación del porqué de las galaxias elípticas. Parece que su forma pueda deberse a la colisión de las galaxias elíp­ ticas. El hecho de haber escrito colisión con letra cursiva se debe a que dos galaxias podrían cruzarse sin que se produjese ni una sola colisión real entre sus estrellas debido a la distancia media entre ellas. Sin embargo, la interacción gravitatoria entre ambas galaxias haría que se fusionasen en una elíptica. En cuanto a las galaxias irre­ gulares, son todavía un misterio para la ciencia. Las galaxias no están uniformemente distribuidas por el espa­ cio. Suelen aparecer agmpadas en racimos llamados cúmulos de galaxias. A una escala mayor, los cúmulos de galaxias aparecen agru­ pados en supercúmulos que a su vez se agrupan en formaciones filiformes que darían al Universo, si lo viésemos con una perspectiva suficientemente amplia, aspecto de una maraña de hilos con enor­ mes espacios vacíos entre ellos. NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 481-566, ISSN: 0470-3790 515

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