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LA REALIDAD SUPREMA sión infinita en forma de energía superlumínica. Esta realidad miste­ riosa nos obliga a traspasar el Muro d e P lanck recurriendo al único vehículo capaz de pasar al otro lado, que es la fe bíblica. Alguien dio una orden y la luz f u e h ech a (Gn 1,3 ). La explicación de esta S ingu laridad nos llevaría a la aceptación de la afirmación de Kleper, que consideraba a Dios como el poder creativo del cosmos22. 2. E l S er S upremo se dio a conocer Dios salió de sí mismo, se comunicó en esta Singularidad, con­ centrando en ella el designio o proyecto creacional inicial en el que se hallaban establecidas las leyes qu e vigilarían la realización del p lan d e la Energía in icial o la Em an ación d e la Causa Primera en la evolución programada desde el Alfa hasta la Omega, desde la ener­ gía inicial del Principio hasta la culminación gloriosa de la Energía- Materia-Divina. Es lo indicado en el subtítulo de la obra citada: La infinitud eterna m an ifestada en la rea lid ad cósm ica y hum ana. Con mayor o menor fortuna, a esta Singularidad se le ha dado el nombre de hig-bang (“la gran explosión”) que, por cierto, no pudo ser ruidosa porque, para que haya ruido tiene que haber, además de materia que, cuando ocurrió el evento en cuestión no existía, alguien que pueda percibir el ruido. Esta S ingu laridad primera, Alfa, fue la manifestación caótica, un inmenso océano de energía, que dio origen a las partículas elemen­ tales y al cosmos como tal; no solamente al espacio-tiempo y a la materia, que estarían animados por dicho océano de energía. Hemos aludido a esta manifestación llamándola rea lid ad cósm ica , (en el subtítulo del presente trabajo). Todo ello presupone un plano sub­ yacente, que proviene de una mente creadora situada más allá del tiempo y del espacio. Según la teoría cuántica, el Universo físico ob­ servable no está hecho de otra cosa que de pequeñas fluctuaciones sobre un inmenso océano de energía. Así, las partículas elementales 22 F. FERNÁNDEZ RAMOS, El Final del camino, Salamanca, Servicio de Publicaciones UPSA, 1999, 293-294. NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 481-566, ISSN: 0470-3790 513

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