PS_NyG_2009v056n003p0481_0566
FELIPE FERNÁNDEZ RAMOS una especie de recipiente o continente “vacío”, en el que no existe nada. La R ea lid ad Suprema es el Vacío Absoluto : no existe un espacio donde colocarla; el tiempo todavía no ha hecho su aparición y la misma ley es aplicable a la materia. La m ateria , el tiempo y el espacio son compañeras inseparables, inexistentes antes de que la R ealidad Suprema saliese de sí misma; ¿dónde sucedió esta salida o el común mente llamado big-bang? El big-bang no sucedió en ningún punto del espacio. El propio espacio entró en la existencia con el big-bang. ¿Qué ocurrió antes del b ig -b an g La respuesta es que no hay “antes”. El tiempo comenzó en y con el big-bang. ¿Existía la materia en for ma caótica, como afirma la Biblia? La respuesta es que la materia no existía en ninguna forma20. Es sorprendente concluir que las mencionadas deducciones estuviesen implícitas en la concepción agustiniana: “el mundo f u e crea d o con el tiempo, p e r o no en el tiem po”. Y ésta es justamente la posición moderna de la ciencia. Aquí se levanta el famoso muro d e Planck. El célebre físico alemán fue el primero en señalar que la Ciencia es incapaz de explicar el comportamiento de los átomos cuando la fuerza de la gravedad llega a ser extrema. En el minúsculo Universo del comienzo, la gravedad no tiene todavía ningún planeta, ninguna estrella o galaxia sobre las que ejercer su poder; sin embar go, esta fuerza ya está ahí, interfiriendo en las partículas elementales que dependen de las fuerzas electromagnética y nuclear. La grave dad levanta un muro infranqueable ante cualquier investigación; más allá del muro d e P lan ck es el misterio total21. La paradoja ha calificado al Vacío como pleno. Pero pleno ¿de qué? Pleno d e inteligencia, d e amor, d e poder, d e deseos d e comun i carse y d e luz. Y esto lo sabemos porque la R ealid ad Suprema se manifestó en la última de las características mencionadas: la luz. Los científicos denominan S ingu laridad a esta manifestación de compre- 20 J. GNILKA, Das Mattháusevangelium , I, en Herders theologischer Com- mentar zum Neuen Testament, München, Herder, 1988, 276-278. 21 J. GNILKA, O.c., 390.392. 512 NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 481-566, ISSN: 0470-3790
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz