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LA REALIDAD SUPREMA Así pues, esta constatación invita a precisar el papel del Logos en la creación que es su obra: “La palabra de Dios desempeña un papel en la creación porque es enunciación del Nombre y porque, en cuanto tal, está dotada de eficiencia ’6. Los seres son “in-formados”por el Logos: él está presente en ellos con una presencia salvífica. Remontando el curso del tiempo hasta “elprincipio”, el prólo­ go llega al umbral del terreno reservado de Dios, es decir, al lugar mismo de la divinidad. Para hablar de la relación que el Logos tiene con Dios, nos hemos visto obligados a utilizar las categorías griegas de “persona” y de “naturaleza”. Pero hemos comprendido que la relación de lo uno y de lo múltiple encuentra aquí su modelo. En el punto de partida no hay en Dios una especie de individualidad cerrada, sino la relación. Dios es la relación subsistente original. Al proceder de Dios por el Logos, la creación puede convertirse en la expresión ad extra de esta relación. La relación del prólogo con la Sabiduría del AT confirma, en continuidad con la revelación bíblica, que el Dios único no se revela como una especie de individuo superior, aislado en su majestad, sino como el Ser cuya gloria irradia: se comunica sin cesar por medio de la Sabiduría o por medio de aquel que realiza su figura, el Logos. Juan no prolonga artificialmente el tiempo, ni por delante de la creación, ni más allá del final de los tiempos; habla de Aquel que da sentido al tiempo. Si todo acontece por el Logos, es que por Él puede tomar sentido. Es que el Logos, continuamente “junto a Dios”, comunica a todos los seres su propia huella. En su totalidad, los se­ res creados expresan a Dios, ya que todos ellos son “in-formados” por el Logos que está siempre “junto a Dios”. El conjunto de seres creados no es ciertamente “Dios expresándose”, pero puede llegar a serlo.7 Somos la autorrevelación de Dios en esta forma individualísi­ ma y estamos pensados por Dios exactamente tal y como somos; por ello, nos debemos aceptar así. 6 A. OEPKE, en Apokalypto, en TWzNT, III, 582ss. 7 J. GUITTON, Dios y la Ciencia. Hacia el metarrealismo, Madrid, Debate, 1994, 40. NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 481-566, ISSN: 0470-3790 491

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