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EL TRIUNFO DEL CORDERO EN EL APOCALIPSIS connotación: la mansedumbre que enseguida se va a oponer a la fie­ reza de las Bestias, la idea del sacrificio (el Cordero degollado) que de esa manera une la dimensión glorificación de Is 53 y finalmente la idea del Juez. El Cordero recibe de manos del Anciano el rollo sellado. El canto de los vivientes y de los ancianos pone de relieve la dimensión del Redentory el canto de los ángeles y de las creaturas comentan la conce­ sión al Cordero delpoder, alabanza, etc 153. Dios es el único que merece adoración (Ex 20, 5; Dt 5, 9; 6; 13)- Nuestro autor realza en las doxologías (Ap 5) la transferencia de culto al Cordero porque ocupa un lugar de preferencia en la trascendencia. El Cordero se encuentra en el mismo ámbito de la divinidad. En tercer lugar, el autor va uniendo cada vez más al Cordero con Dios. No es que el Cordero sea igual a Dios, sino que está en el nivel del mismo Dios. San Juan distingue la persona del Padre de la del Hijo. El Espíritu es el que hace comprender y discernir al grupo de lectores de todas estas realidades divinas, referidas a Dios y al Cordero (Cristo). Otraform a indirecta pero cierta de expresar la Divinidad deJesús mediante el recurso al AT, es la concepción del trono de Dios y del Cor­ dero en el Apocalipsis (especialmente en 7,17: “El Cordero que está en medio del trono”). La introducción del Cordero al lado de Dios en las doxologías (v. gr., Ap 5 ,13 ) es otro ejemplo de esta aplicación a Cristo de prerrogativas divinas con que se presenta Dios en el AT154. En cuarto lugar, los títulos que se aplican al Cordero constituyen un motivo para comprender los rasgos de su divinidad. Así, el Cordero tiene derecho a todo lo que pertenece a Dios: la fuerza, la riqueza, la sabiduría, el poder, la boma, la gloria y la alabanza (Ap 5, 12). Estos rasgos divinos del Cordero son realizados a través de un derás atributivo, mediante la técnica judía de al-tiqrey. En verdad se trata de una lectura diferente por parte del autor del libro del Apocalipsis. Con lo cual, el Apocalipsis añade al Cordero la sabiduría ( oo ^ locv ) y la ala­ banza (eúAoyiavO. Estos dones no se conceden a Dios ni en el Texto 153 D. MUÑOZ LEÓN, Derás. Los cam inos, 378. 154 D. MUÑOZ LEÓN, Derás. Los cam inos, 348 y nota 541. NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 427-480, ISSN: 0470-3790 479

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