PS_NyG_2009v056n003p0427_0480

EL TRIUNFO DEL CORDERO EN EL APOCALIPSIS la del culto sacrificial y la del sacerdocio. La pasión de Cristo no es un sacrificio de sustitución en el sentido antiguo de la palabra; supo­ ne desde luego un aspecto de sustitución, en el sentido de que Cristo ha hecho un lugar de nosotros131. Los mártires y los santos son los que tienen parte en esta victoria sobre el mal. La derrota del mal es realizada por la muerte sangrienta de Cristo132. La acción de Cristo ha sido rescatar y adquirir para el Pa­ dre toda la realidad humana que se encontraba enajenada en poder de otros amos. El procedimiento no ha sido sólo el recurso a los pasajes veterotestamentarios, sino comunicar a los cristianos el testimonio de Cristo que derrama su sangre como víctima voluntaria y mediante la muerte nos salva. “Al contrario, l ’Agnello dell Apocalisse a acquistato, col propio sangue, uomini di ogni nazioni affinché appartengano a Dio e possano consacrarsi al culto di Dio. Ecco dov’è la trasformazione dei concepii di culto sacrificale e di sacerdozio. La morte di Cristo non è un sacrificio di sostituzione, nel senso veterotestamentario del termine. Certo, essa ha un aspetto di sostituzione, ma nel senso che Cristo ha compiuto, al posto nostro, ciò che nessuno di noi era capace difare, cioè ha trasformato la morte umana in mezzo di redenzione universale (Ap 5, 9 )”133. El procedimiento es un derás de cumplimiento. En verdad, el procedimiento es una manera nueva de releer pasajes veterotestamen­ tarios, para indicar la idea del rescate por parte de Cristo. Propiamente no podemos hablar de derás, pero la actualización es un hecho evi­ dente. Dios liberó al pueblo rescatándolo de la esclavitud de Egipto y haciendo con ellos una Alianza y ese pacto fundamentó su libertad y los identificó como pueblo, nación consagrada y propiedad del Dios de Israel (Ex 1 9 ,l-8 )lóA. Lo que se les prometió a los israelitas en el Sinaí (Ex 19, 6) encuentra su cumplimiento cuando la Iglesia se esta­ blece por medio de la muerte de Cristo. Colectivamente los creyentes 131 A. VANHOYE, Sacerdotes antiguos , 304. 132 L. CERFAUX, /}. CAMBIER, El Apocalipsis de San Juan, 130. 133 A. VANHOYE, Il sacerdozio di Cristo e dei cristiani, Roma, Editrice Pontifi­ cio Istituto Biblico, 1985, 175-176. 134 P. R. ANDIÑACH, El libro del Éxodo , Salamanca, Sígueme, 2006, 309-316. NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 427-480, ISSN: 0470-3790 469

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz