PS_NyG_2009v056n003p0427_0480

EL TRIUNFO DEL CORDERO EN EL APOCALIPSIS del Apocalipsis de Juan no es, por lo tanto, el retomo de Cristo, sino su encamación ya acontecida63. Y vi en medio del tronoy de los cuatro vivientesy en medio de los ancianos un cordero de pie como degollado (v. 6). Kal eíóov Y vi El apocalíptico reitera el verbo de las visiones celestes, para ha­ cerles comprender a los lectores que están involucrados en la visión y por tanto, el lenguaje es plenamente apocalíptico y acentúa esta originalidad del libro. Como ya hemos indicamos esa visión tiene con­ notaciones sapienciales, en cuanto que prepara a los lectores a des­ cifrar el simbolismo que la propia visión encierra. Así se manifiesta el contenido de lenguaje de la fe que está insertado en esta manera de decir. Como bien indica U. Vanni: Como si el autor nos quisiera decir: les presento una idea mía, una síntesis mía, el punto de llegada de una larga maduración64. kv [I€OCO toü 0póyou en medio del trono El Cordero está en medio del trono, es decir, está de pie junto a la divinidad. Estar en medio (év [iéoo)) es la situación espacio-teológica del Cordero. La expresión ya está presente en otros lugares del libro donde Cristo, es el Hijo del hombre en medio de los candeleros (Ap 1, 13 )65, y el Señor de las iglesias a las que envía su mensaje (Ap 2, 1). El Cordero está “en medio”, es decir, circundado por todos los que rodean a Dios, porque se encuentran alrededor del trono66. 63 D. MARGUERAT, Introducción al Nuevo Testamento, Bilbao, Desclée de Brouwer, 2008, 398. 64 U. VANNI, Apocalipsis , 183. 65 El Hijo del Hombre del Apocalipsis y el Anciano de días de la visión danié- lica (Dn 7, 13), no es propia del Apocalipsis, sino que ya se encuentra en la antigua versión griega de Daniel. Cf. J. LUST, Daniel 7, 13 and Septuagint, en ETL 54 (1978) 62-69. 66 P. PRIGENT, LApocalypse de SaintJean , 99. NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 427-480, ISSN: 0470-3790 449

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz