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ANTONIO LLAMAS 4 f 2. Notamos que el apocalíptico ha leído el libro del Éxodo, pero ha realizado una lectura diferente del tercer término. El lector aveza­ do sabe que el pasaje del Éxodo dice: bajo las aguas , mientras que Apocalipsis expresa debajo de la tierrcó 3. k o í! ék A xxiov tto X Í), oti oúóeic; a$LO(¡ eupéGri á v o i£ a i i ó pipA iov o ik e pXeiTeiv a u to . Yyo lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de mirar su contenido (Ap 5, 4). El vidente se aflige porque nadie en la creación era digno de abrir el libro, pero llora porque tampoco conoce los proyectos di­ vinos, inquieto como se encuentra en su exilio del devenir de sus comunidades y de la Iglesia perseguida44. Otos autores creen que nadie es digno de abrir, ni revelar la Palabra divina contenida en el libro. Sin esta revelación el hombre no puede, sino que como Juan, está desolado45. Es posible que la promesa descrita anteriormente: Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas (Ap 4, 1 X parece que se frustra, por eso el vidente llora y lo hace porque es posible que la intervención de Dios no sucede en el tiem­ po indicado46. 42 R. H. CHARLES, Revelation o f St John, Edinburgh, T. & T. CLARK, 1979, 139. 43 San Juan construye las representaciones y acciones de Cristo a través de modificaciones esenciales, sobre todo, a partir de los modelos y marcos literarios de la Vieja Alianza, de los libros apócrifos y de algunos escritores antiguos, dándole una configuración diferente. La técnica consiste en leer la cita de la Escritura de otra manera distinta del término original, es decir, leemos de otro modo una palabra o frase de la Escritura. Este procedimiento es una forma derásica de leer el texto. El procedimiento al-tiqrey realiza algunos retoques en la expresión, es decir, introduce algunos cambios de singular a plural o viceversa, omite algún término y añade alguna palabra, para darle sentido a la frase. Cf. D. MUÑOZ LEÓN, Derás. Los cami­ nos , 284-285. 44 E. B. ALLO, LApocalypse , 76. 45 P. PRIGENT, L ’ Apocalypse, 96. 46 R. H. MOUNCE, Comentario al libro del Apocalipsis, Barcelona, Clie, 2007, 195. 444 NAT. GRACIA LVI 3/septiembre-diciembre, 2009, 427-480, ISSN: 0470-3790