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MANUEL LÁZARO PULIDO métodos seguros de verdad racional y paso previo en el conocimiento de la Verdad en su sentido omnicomprensivo. Adentrar en la verdad divina implica presumir que la verdad tras­ ciende el orden epistemológico. De modo que verdad es aquello que es y existe. Y ello la convierte en un trascendental del ser, lo que hace que sólo en el ser infinito existe propiamente la verdad. Esto repre­ senta, en el orden epistemológico, que exclusivamente penetrando en el Misterio de lo infinito se pueda alcanzar la verdad, y ello implica una ampliación del concepto de acceso a la misma. O la razón es más que un conocimiento desde la dialéctica (lógica aristotélica) o la verdad necesita de algo más que el propio razonamiento, o las dos cosas a la vez: se accede a la verdad desde un razonamiento que es más que la razón lógica que investiga las causas naturales y es impul­ sada por algo más que el mero conocer. Ese ir más allá es una aspira­ ción propia de los teólogos medievales y está en su horizonte, pero la adopción de los diversos esquemas provoca una diferente reacción o solución al problema del Misterio. Efectivamente, tanto los autores de la preescolástica (san Anselmo), como los de la escolástica (san Bue­ naventura) tienen el conocimiento divino como fin de la especulación teológica y la Verdad de Dios como presupuesto del pensamiento. Ahora bien, lo que distingue a los diferentes autores es el uso, la ca­ pacitación y validez que le dan al razonamiento filosófico. En esta dinámica de pensamiento san Buenaventura no se cuestiona la razón, eso es indudable, lo que investiga es qué tipo de razón ha de dirigir la especulación o contemplación ( speculatio ) sobre el conocimiento de Dios: si la razón natural o la razón teológica, sobre todo, según el tema tratado. Cuando el objeto es Dios, el Seráfico no plantea una re­ flexión desde el quehacer de la razón natural y su utilidad, sino, como hemos dicho, la concibe en una visión de la sabiduría cristiana que es una superación de la razón filosófica por la razón teológica (propia de la fe). San Buenaventura huye de la dicotomía como modelo de aproximación racional a Dios, lo que sucede es que no comparte una distanciación racionalista del alma humana, aparte de la penetración teológica en el Misterio divino. 356 NAT. GRACIA LVÏ 2/mayo-agosto, 2009, 351-385, ISSN: 0470-3790

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