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COINTUIR “LO INACCESIBLE” EN SAN BUENAVENTURA 1. QUERER CONOCER RACIONALMENTE ADIOS: LLEGARHASTA LO INEFABLE Señalaba J. -G. Bougerol que el problema esencial en el que san Buenaventura se deja influir de modo directo por san Anselmo es el del conocimiento de Dios5. Nosotros creemos que el Seráfico perfecciona el argumento anselmiano no sólo completando el armazón dialéctico, como sugiere con acierto el medievalista francés, sino realizando una profundización del protagonismo de la affectio en el conocimiento de Dios y discerniendo en ello el valor del contexto antropológico en la teología de la imagen. La inspiración franciscana, la lectura que sus­ cita la profundización en el Misterio del santo de Asís, su experiencia hecha teología en el Itinerarium mentís in Deum , especialmente, es un dato que queremos subrayar en el presente estudio. Conocer a Dios implica muchas cosas: supone un intento de adentrar en su Misterio, es el objeto final. Pero antes implica compren­ der metafísicamente a Dios, aunque sea imperfectamente, en cuanto hombre contingente, supone entender sus atributos, responde en fin a la pregunta por la Verdad. El establecimiento de la verdad es asunto que mira a Dios y concierne a los hombres que dependen de él, toda vez que la existencia humana y su sentido necesitan de la verdad para ser. El problema de la verdad es un problema que atañe a la existencia humana, en cuanto que mira su facultad de poder pensar el mundo que le rodea y a sí mismo. El profesor Miguel García-Baró afirma en el libro Introducción a la Teoría de la verdacfi , que la existencia del hombre es del todo ininteligible separada de la verdad. Una vida hu­ mana sin nada que ver con la verdad es, sencillamente, lo más opues­ to a la vida humana. Porque la verdad es conciencia y es sentido. Y el problema de la verdad atañe, por lo tanto, a la cuestión sobre el quehacer filosófico como disciplina de la razón y el sentido. Decir, por lo tanto, que san Buenaventura se deja influir por san Anselmo en el tema del conocimiento de Dios supone mucho, por lo menos, que el maestro franciscano no desdeña la razón ni la filosofía como 5 J. -G. BOUGEROL, Introduction a l’étude..., 73. 6 Madrid, Síntesis, 1999. NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 351-385, ISSN: 0470-3790 355