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SAN ANSELMO: LA VERDAD COMO RECTITUD DE LA MIRADA La Escritura constituye, por tanto, la primera fuente en la deter minación de cualquier concepto filosófico y a ella es preciso acudir para llegar a la comprensión racional de la verdad. Por lo que se refiere a la rectitud el asunto es aún más evidente. San Anselmo, en los tres tratados que forman una unidad de sentido- De veritate , De libertate arbitríi y De casu d ia b o li- reflexiona con profundidad sobre la relación mutua entre la verdad, la justicia y la rectitud. Él mismo expresa esta reciprocidad en su conocida afirmación: “La verdad, la rectitud y la justicia se definen mutuamente, de tal manera que el que conozca una de ellas, ignorando las otras, podrá, por la que conoce, adquirir una verdadera ciencia de las que no conoce; es más, aun aquel que conociese la una no podría ignorar las otras,q. El origen de esta reciprocidad del concepto de verdad, rectitud y justicia se halla en dos textos de la Escritura citados como fuentes por el mismo San Anselmo, quien en uno de los principales capítulos del tratado De la verdad , dice lo siguiente: “Con razón hemos dicho que la justicia es la rectitud observada por sí misma, es decir, que es observada para sí misma. Y esto es, por otra parte, lo que se expresa cuando se dice a veces que los justos son rectos de corazón, es decir, rectos de voluntad; y también a veces rec tos, sin añadir la palabra corazón, porque nadie es recto sino aquel que tiene una voluntad recta; este texto por ejemplo: Gloriaos vosotros todos los que sois rectos de corazón, y este otro: Los rectos verán y se alegrarán Aunque no encontramos en la Escritura el término rectitud , son numerosos los textos en que aparece el adjetivo recto o la expresión recto d e corazón . La rectitud se nos ofrece en los textos bíblicos como una metáfora que traslada el sentido material en espiritual: se- 7 SAN ANSELMO, De veritate , cap. XII. Los tres diálogos citados se hallan en San Anselmo, Obras completas (Madrid 2008) 485- 679. Primero el De veritate (485-541), luego de De libertate arbitrii (547-587) y finalmente el De casu diaboli (589-679). 8 SAN ANSELMO, De veritate , cap. XII. Los textos citados pertenecen a dos Salmos (31, 11 y 106, 42). NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 325-350, ISSN: 0470-3790 329
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