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PABLO GARCÍA CASTILLO No creo que pueda encontrarse un texto más cercano y más decisivo en la definición anselmiana de la verdad como la rectitud que sólo la mente es capaz de percibir. Es un texto en el que se en­ cuentran las dos visiones que confluyen también en la obra de San Anselmo: el paradigma bíblico, de la verdad moral, unida siempre a la vida recta y justa, y el modelo platónico, que une el concepto de verdad ontologica y verdad lógica, al servirse de la metáfora de la luz del sol, que da el ser a las cosas con su calor y las hace visibles y cognoscibles por medio de su iluminación. San Agustín ha unido magistralmente ambos caminos en sus diálogos filosóficos y esa per­ fecta armonía ha dejado su huella en los escritos anselmianos. Ciertamente no podemos demostrar que San Anselmo leyera di­ rectamente los textos griegos en los que se fundamenta su concepto de verdad, más bien deberíamos pensar que San Agustín fue casi su único mediador, el que le suministró aquellas fuentes griegas que él mismo no pudo consultar. Y tampoco deberíamos dejar de lado la presencia menor, pero no despreciable, de algunos textos de Cice­ rón y Séneca, que bien pudo leer en alguna de las antologías que circularon en la Edad Media. Es indudable que el concepto de la recta razón del universo y del hombre, como guía de la acción recta, tienen su fuente más próxima en el estoicismo romano, que pudo conocer directamente San Anselmo. No cabe duda alguna de que la ausencia de citas direc­ tas es un problema hermenéutico serio para pronunciarse sobre esta fuente que intencionadamente hemos dejado de lado. Lo que resulta incuestionable es que la idea de rectitud, que está presente en los libros sapienciales y en la patrística latina, que apa­ rece también en los diálogos platónicos y en los comentarios neo- platónicos, fue elaborada sistemáticamente por San Anselmo, que la convirtió en el eje de su filosofía. Podemos decir que la fe que busca comprender, en San Agustín se dirige a la comprensión de la verdad y en San Anselmo a la dilucidación de la rectitud. El papel fundamental que desempeña la verdad en la filosofía agustiniana lo hereda el concepto de rectitud en las obras de San Anselmo. Nuestra intención ha sido mostrar las fuentes teológicas y filosó­ ficas del concepto de la verdad como rectitud y creemos haber pre- 348 NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 325-350, ISSN: 0470-3790

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