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BERNARDINO DE ARMELLADA Cristo, y el premio de la vida santa: Yo os aliviaré... encontraréis des canso >, etc. El santo Francisco imitó a Cristo, p ero crucificado. En la cruz hay cuatro partes en las que vemos resplandecer con extraordinario brillo cuatro virtudes. La humildad, la obediencia, la paciencia y la caridad. Con estas armas luchó contra el diablo, contra el mundo, contra la carne y contra el pecado. Empleó la humildad para atacar y desarmar la soberbia del diablo, que fue el principio de todo pecado; pues la humildad de Cristo fue máxima, porque, siendo d e condición divina , etc... se humilló a s í mismo, hecho obediente etc... (Flp 2,6-8). Muchas cosas incluyó el Apóstol en estas palabras si se consideran los grados que median entre Dios y el hombre crucificado y muerto. El sol en el reloj retrocedió diez líneas, son los d iez grados d e la hum ildad de Cristo: porque se humilló a sí mismo hasta la muerte de cruz, hasta el infierno; porque descendió a los infiernos, porque se sometió a la semejanza del pecado para librar al hombre pecador, se sometió a la potestad de satanás para ser tentado por él, para delatar la obras del mismo. Ésta es vuestra obra y el p o d e r d e las tinieblas ( Le 22,53). Grande fue también la obediencia de Cristo. En el mismo evan gelio el Señor exige tres cosas: Venid... tom ad ... aprended. Tres cosas que parecen estar igualmente en Dios: L lam ó... justificó . .. magnificó. Venid por la fe, tomad (sobre vosotros) con las obras, aprended imi tando la virtud divina, la perfección de Cristo. Te doy gracias, Padre. Tan grande es la abundancia de dones y gracias de Dios para con los elegidos y fieles de Cristo: Todo don óptimo (Sí 1,17); en todas las cosas habéis sido hecho ricos . .. en toda ciencia. ..(IC o 1,5), d e modo qu e no os fa lte n ad a en ninguna g racia OCo 1, 7), por eso se admiraría David: Qué es el hom bre (, Sal 8,5), etc.; en otra parte invitaría a todas las criaturas a alabar a Dios: A labad a l Señor desde los cielos ( Sal 148,1 ), etc.; D ad gracias a l Señor porqu e es bueno (Sal 105,1), etc. Pero como estas cosas no eran suficientes, es Cristo quien hoy da gracias: Te doy gracias, Padre Señor del cielo y de la tierra ( Mt 11,25), con lo que celebra al mismo tiempo la bondad y potestad infinitas de Dios, dando gracias a Dios Óptimo Máximo. Se regocijó el Señor en hacer grandes a sus siervos, lo que es propio de los príncipes; pues esto hizo Faraón con Jo sé , Nabucodono- 298 NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 273-300, ISSN: 0470-3790
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