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BERNARDINO DE ARMELLADA del cuerpo, divinamente semejante al calcificado por especial prerro­ gativa. Pues, aunque todos los santos son semejantes a Cristo - a los qu e conoció d e an tem ano los predestinó también a hacerse conformes a la imagen d e su Hijo (Rm 8,29), la conformidad en Francisco, por privilegio singular, fue en el alma, en el cuerpo, en las virtudes, en la dignidad de las obras. Y además de la divina santidad de vida por la que vivía casi perpetuamente en los cielos, también resplandeció con muchos milagros. III. OTRA HOMILÍA Te alabo, Padre , Señor del cielo y de la tierra, porque has escon­ dido estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a los pequeños, etc. (Mt 11, 25). I. Le agradaron siempre a Dios los pequeños, porque Dios se deleita grandemente en la humildad e inocencia y en el pureza de corazón. Por eso el bienaventurado Francisco agradó a Dios y le fue aceptísimo y gratísimo, porque fue humildísimo y purísimo de espíritu. Dios lo exaltó, porque Él, que humilla a los soberbios, exalta hasta lo sumo a los humildes: Yo, Dios, humillé a l árbol sublime y enaltecí a l árbol hum ilde (Ez 17,24); pues todo el qu e se humilla será exaltado (Le 14,11 ); porque el bienaventurado Francisco fue humilde en la tierra entre los hombres, por eso ahora es sublime en el cielo entre los Ánge­ les. Dios lo exaltó en el paraíso, porque él se humilló a sí mismo en el mundo; es grande ante Dios, porque fue pequeño en el mundo entre los hombres. Las revelaste a los pequeños; Sed pequ eños en la malicia QCo 14,20); como infantes recién nacidos, razonables, d esead la leche no adu lterada (1P 2,2). Hoy este pequeño Francisco es entregado por Salomón a la madre verdadera: Pero la Jerusalén d e arriba es libre; ésa es nuestra m adre (Ga 4,26). Me parece que ha acaecido algo semejante a cuando dos mujeres se presentaron a Salomón discutiendo sobre un niño, del que ambas decían ser suyo. Pero, conocida por Salomón la verdadera madre, le dio a ella el niño, no a la que durmiendo había sofocado a su hijo 292 NAT. GRACIA LV1 2/mayo-agosto, 2009, 273-300, ISSN: 0470-3790

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