PS_NyG_2009v056n002p0211_0272

FERNANDO URIBE Permaneciendo todavía en el lenguaje de esta Adm , podemos observar que toda está tejida con una serie de términos opuestos, como Señor <-► diablo bien <-► mal comer <-► no comer todos los árboles <-► árbol del bien y del mal poder comer <-► cargar con el castigo; estos elementos desarrollan el pensamiento dentro de una cierta tensión que oscila entre la liberalidad del Señor y el castigo merecido por el hombre. En los w . 3 -4 , como lo notaremos oportu­ namente, la tensión se expresa en un paralelismo antitético. La reflexión propuesta en esta Adm consta de tres elementos, desiguales en su extensión: El primero ( w . 1-2) consiste en el texto bíblico tomado de Gn 2,16.17a sobre la prohibición que recibe Adán de comer del árbol del bien y del mal; dado que la frase siguiente retoma el tema cen­ tral de la precedente para explicarla, pero sin el uso de la conjun­ ción o de elementos de enlace (asíndeton)13, se justifica la unión de estas dos frases como partes que son de un mismo segmento. El segundo (yv. 3-4) es el desarrollo de la consideración sobre lo que el autor considera la principal expresión del pecado humano; el uso de la conjunción consecuencial “en efecto” ( en im ) introdu­ ce una explicación aplicativa, trasformando el tema del árbol del hemos preferido respetar el significado general que le suele dar la latinidad: “Ceterum pomum est omni fere fructus, qui ex arboribus esui aptus provenit, ut malum, pirum, prunum, persicum,... ” (AE. FORCELLINI, Lexicon totius latinitatis, t. III, 753). 13 Algunos traductores, también en otras lenguas, prefieren agregar por su cuenta la conjunción, por ejemplo “ dunque ” en italiano o “done” en francés. Los traductores italianos de las dos ediciones de Fonti Francescane , además de agregar el '< dunque ”, han agregado el sujeto “Adán”, desconociendo el asíndeton del origi­ nal latino. 218 NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 211-272, ISSN: 0470-3790

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