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EL CICLO DE LA OBEDIENCIA El comentario de Francisco tiene en esta frase el desarrollo final en términos negativos con una intención aplicativa. La perspectiva negativa que tiene esta frase se desprende de los verbos en ella utili­ zados, como lo hemos señalado antes. El verbo “tu rbarse” (turban ) indica un desequilibrio interior, como consecuencia de la pérdida de algo que se consideraba propio; colocado en este lugar de la Adm , significa todo lo contrario del verbo “ aleg rarse” de la frase anterior. Por su parte el verbo “ qu ita r” (< ab lactare ) es de una gran plastici­ dad, sobre todo si se tiene en cuenta que su significado literal es “destetar”. La “p r e la c ia ” no se debe entender, por tanto, como una fuente de placer ni puede llegar a crear una especie de dependencia psicológica, cuya supresión produzca alteración o desazón interior. Aunque el texto no lo dice expresamente, de estas palabras de la Adm se desprende que el oficio de la autoridad no es vitalicio en la concepción franciscana129. Francisco lo entiende dentro del con­ texto de la desapropiación, como lo declara explícitamente en una exhortación contenida en la Regla no bu la d a : “Y ningún ministro o p r ed ic a d o r se apropie el ministerio d e los herm anos o el oficio d e la p red icación , sino qu e en cu alqu ier h ora en qu e le fu e r e ord en ado , sin con tradicción alguna deje su o fic io ”130. Desde esta perspectiva se entiende mejor uno de los títulos que le ha sido dado a nuestra Adm\ “Que n ad ie se apropie d e la p r e la c ia es decir, que el concep­ to de desapropiación, ya tratado en otras Adm on iciones , es también fundamental para comprender ésta. La advertencia contra la apropiación de “la prelacia” adquiere una mayor plasticidad a la luz del símil de las bolsas ( “ acum u lar b olsas” - (loculí) 1 31, que evoca la actitud de Judas Iscariote, el “teso­ r e ro ” del grupo apostólico, quien se robaba el dinero de la bolsa 129 Una excepción de esto es el oficio del ministro general, al menos tal como aparece delineado en la RegB 8,2. Se sabe que el carácter vitalicio de este cargo duró en la Orden casi 300 años, aunque en la práctica no siempre fue así (cf. F. URIBE, La Regla de San Francisco. Letra y espíritu, 241). 130 RegNB 17,4. 131 El término “loculus”, que tenía las más variadas acepciones en el latín medieval, se debe entender aquí según el significado que tiene en la Vulgata, de donde fue tomado (cf .Jn 12,6; 13,29). NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 211-272, ISSN: 0470-3790 269

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