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EL CICLO DE LA OBEDIENCIA 3.2. E l TEXTO Ut nemo appropriet sibi praelationem *Non veni ministrati, sed ministrare (cf. Mt 20,28) dicit Dominus. 2Illi qui sunt super alios consti­ tué, tantum de illa praelatione glorientur, quantum si essent in abluendifratrum pedes offi­ cio deputati. 3Et quanto magis turbantur de ablata sibi praelatione quam de pedum officio, tanto magis sibi loculos ad periculum ani- mae componunt (cf. Jn 12,6; 13,29). Que nadie se apropie la prelacia JNo he venido a ser servido, sino a servir (cf. Mt 20,28), dice el Señor. 2Aquellos que han sido cons­ tituidos sobre otros, gloríense tanto de esa prelacia, cuanto si hubiesen sido destinados al oficio de lavar los pies a los hermanos. 3Y cuanto más se turban por quitárseles la prelacia que [por quitárseles] el oficio de los pies, tanto más atesoran bolsas para peligro del alma (cf. fn 12,6; 13,29). 3.3. A spectos literarios Entre los principales fenómenos del lenguaje de este texto, está el del sujeto de la parte central, que comienza con el pronombre uAquellos que” (lili qui ). Es evidente que este sujeto se refiere al oficio de quien ejerce la autoridad, identificada en el texto como la “prelacia” (praelatio ), sustantivo que aparece tres veces (título, w. 2 y 3) y que no se encuentra en ningún otro escrito de Francisco. Quienes ejercen la prelacia son los “prelados” (praelati ), término que también tiene un uso muy restringido en los Opúsculos: sólo 7 veces, de las cuales 5 en la Adm 3 con un significado genérico107y 2 referidas claramente a la jerarquía eclesiástica108. Por el ámbito tan 107 Cf. Adm 3,3. 52. 7. 10. 108 Cf. TestSen 5; VPLaet 5. NAT. GRACIA LVI 2/mayoagosto, 2009, 211-272, ISSN: 0470-3790 261

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