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EL CICLO DE LA OBEDIENCIA Para explicar el alcance de las palabras “perder su cuerpo ”, M. Buscemi dice que Francisco cambió el término evangélico en “ cuerpo ” el santo habría radicalizado la frase de Mt 10,28 : “no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna”-, en este caso la palabra “cuerpo”se referiría a la totalidad del hombre55. Según nuestro modo de ver, no hay motivos razonables para recurrir a un texto no citado en esta Adm y que ni siquiera es evocado en los textos lucanos que la encabe­ zan. Nos parece que la solución se debe buscar recurriendo a una de las acepciones que tiene el vocablo corpus en los Escritos de Francisco. En efecto, de las 85 veces que aparece esta palabra56, al menos en 13 no hace referencia a la dimensión física o corporal del hombre, como opuesto a alma, sino que tiene un significado especial57. Nuestro texto constituye uno de esos casos en los que “cuerpo”es una palabra que simboliza el conjunto de fuerzas que se oponen al Reino de Dios y que, de modo particular, se refiere a aquella dimensión egoísta del ser humano que lo llena de soberbia, lo induce a la concupiscencia y lo lleva a la realización de los malos deseos58. En este sentido es usado en un denso pasaje del Saludo a las Virtudes relacionado con la obediencia: “La santa obediencia confunde a todas las voluntades corporales y camales, y tiene mor­ tificado su cuerpo para obediencia del espíritu y para obediencia de su hermano’™ . A la luz de este texto aparece mucho más claro el los Clérigos [2EpCler] 5.22; lEpFid 2,17; 2EpFid 13-31.84; Fragmentos de la RegNB [Frag] 1,81; 2,19.26.39; RegNB 1,5; 2,11; 8,5; 9,9; 16,10. 55 A.M. BUSCEMI (AmmonizioneIII: L’obbedienzaperfetta, 21-22. 56 Cf. CorSourFranc V, 79-80. 57 Cf. Adm 3,3; 7,4; 10,2; 14,3; lEpFid 1,2; 2,11; 2EpFid 37; 40; 46; 69; RegNB 16,10; 22,5; SalVirt 10.15. Se trata de una acepción no siempre fácil de dilucidar, pues en ocasiones en un mismo escrito cambia el significado de una frase a otra, como ocurre en Adm 14,2-3- 58 De la palabra “mundo” dice H. POULENC (. Les Admonitions de Saint François , 35): «ce mot symbolise toutes lesforces qui en nous combattent la venue de Dieu». 59 SalVirt 14-15; cf 2EpFid 40. NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 211-272, ISSN: 0470-3790 243

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