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FERNANDO URIBE Como ya lo hemos indicado, los textos proceden de dos discur­ sos en los que el Maestro plantea algunas exigencias a los discípulos que desean seguirlo, según la narración de san Lucas, pero ambos se inscriben en las exigencias del discipulado de Cristo propias de la tradición sinóptica. El primero de los textos, de carácter negativo, está colocado en el Evangelio al final de una vehemente insistencia de Jesús sobre la necesidad de posponer los afectos familiares al seguimiento del Maestro (dejar padre y madre, mujer, hijos y hermanos...). Aunque la Vulgata latina usa el verbo en presente, “r en u n c ia ” ( renuntiat ), Francisco lo ha cambiado por un futuro perfecto, “ renun cia re ” (renun ciav eritf* , lectura difficilior que hace de la renuncia una tarea que deben cumplir los destinatarios de esta Adm. Este matiz de la formulación le da un tono más categórico a la frase evangélica, que de suyo constituye como una síntesis de todas las exigencias del discipulado contenidas en el discurso de Jesús. No cabe duda de que con la fuerza propia del verbo “ ren un cia r’6l y con el gran alcance que tiene la precisión “todo lo qu e p o s e e ”, en la que queda incluido cualquier tipo de bienes, Francisco quiere insistir en la des­ apropiación radical como condición fundamental para el tema que desea tratar: la obediencia. El segundo texto, de carácter positivo, es también de tradi­ ción sinóptica y, al parecer, constituye una exigencia de Jesús para todos los cristianos, pero en este caso es aplicado por Francisco a los destinatarios de la Adm. El término “ a lm a ”, que corresponde literalmente al original latino a n im a , tiene una función importante en el contexto que sigue como contraposición a “ cu erp o ” del v. 3, pero en este caso se le entiende mejor tomándolo como “vida”. Según esto, el dicho evangélico indica que quien pretende “salvar 50 Aunque el grupo/de manuscritos conserva el presente “renunciat” de la Vulgata, en concordancia con el “relinquit” del v. 4 (cf. K. ESSER, Die Opuscula, 84). 51 En efecto, comporta la idea de ruptura radical y de separación total, según se desprende de su significado original griego á n o T á G C \ ia i: “separarse de algo ”, “decir adiós a alguien ” (cf. A.M. BUSCEMI {Ammonizione III: L’obbedienzaperfetta, 25). 240 NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 211-272, ISSN: 0470-3790

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