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EL CICLO DE LA OBEDIENCIA y 2P 2,22 en el v. 10 , con lo que se demuestra una vez más que el autor tenía una forma bíblica de pensar. El uso de la Escritura que hace aquí el autor es adecuado y supone un cierto conocimiento del texto sagrado, sobre todo por las variantes bíblicas que aplica al término “ alma ”(anima), lo cual llevaría a pensar en la intervención de algún colaborador35. En las ediciones y en varios estudios sobre nuestra Adm se suelen indicar como fuentes los Moralia XXXV, 20.29 de Gregorio Magno36, el Tractatus de statu virtutum del Pseudo-Bernardo37 y el Elucidarium de Honorio de Autun38. No es difícil suponer que estos “paralelos”, como bien los llama R. Karris39, crecerán en la medida en que se continúe aplicando con acierto la informática al estudio de la literatura antigua. De todas maneras, la temática tratada en esta Adm es frecuente en la literatura cristiana por lo cual, más que fuentes en sentido estricto, se puede suponer que algunos aspectos de la obediencia presentados en ella son heredados de la tradición monástica, de la cual se nutrió Francisco, como el principio según el cual el prelado no puede ordenar nada que vaya contra la ley de Dios, recogido por la Regla de san Benito y consagrado después en el Decreto de Graciano40. Esta Adm era conocida por Ángel Clareno, quien cita una parte del texto en su Expositio super Regulam Fratrum Minorum, escrita entre 1321-22: “Aquel hombre, dice el bienaventurado Francisco, que abandona todo lo que posee y pierde su cuerpo, se entrega a sí 35 Cf. R. KARRIS, The Admonitions, 294. 36 Cf. PL 76, 760.766; también en Cospus Christianorum Series Latina , 143B, Turnholt, Brepols, 1981. 37 Cf. PL 184, 801. 38 Cf. A. CICERI, Prolegomena, 59. 39 Cf. R. KARRIS, The Admonitions, 18, 53, 59, ... 40 “Ideoque abbas nihil extra praeceptum Domini quod sit debet aut constitu- ere vel iubere” (Benedicti Regula. Recensuit R. Hanslik [Corpus Scriptorum Eccle- siasticorum Latinorum, 75], Vindobonae, Hoelder-Pichler-Temsky, 1960, cap. 2). “Cum enim dominusjubete a quae Deo sunt contraria, tune ei obediendum non est” C Decretum Gratiani , c. 11, q. 3 c. 92). NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 211-272, ISSN: 0470-3790 233

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