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FERNANDO URIBE diencia a Dios. Comer del fruto de ese árbol es un ejercicio inade­ cuado de la voluntad, pues significa la pretensión de apropiarse de la ciencia de la vida al margen de Dios; es hacer mal uso de la pro­ pia libertad desconociendo el señorío de Dios y ceder a la tentación de ser como Él, de usurpar su poder. Quien así lo hace, desde ese momento determina su propio destino. Es de aquí de donde parte Francisco para explicar el mal de la propia voluntad. 2Podía comer de todo árbol del paraíso, porque, mientras no con­ travino la obediencia, nopecó. Esta frase es una especie de glosa al texto anterior. No cabe duda de que su contenido se resiente de la forma sintética, típica del género literario de los “dichos sapienciales”. Francisco hace una interpretación inmediata del pasaje del Génesis involucrando direc­ tamente a Adán que, como en la frase precedente, sigue siendo el sujeto de ésta. El motivo de la explicación es el alcance que tiene el verbo “comer” usado en la frase inicial, que en este caso tiene todavía un significado positivo, pues Adán podía comer de todos los árboles porque todavía no había pecado. En el fondo de toda la frase está implícita la idea de una alianza entre el Señor providente y el hombre libre. Al hacerlo partícipe de una alianza, Dios lo hace su aliado, su amigo. La libertad de comer de todo árbol es, por tanto, un pacto de amor hecho con el hombre, pero que al ser fruto de la iniciativa de Dios, supone indiscutible­ mente su señorío universal. La opción de comenzar la frase con una declaración afirmativa C'podía comer de todo árbol del paraíso ”) hace ver la intención de poner el acento más en la amplitud del poder concedido al hom­ bre que en la prohibición de Dios. Poder comer de todo árbol del paraíso es gozar de la generosidad de Dios y, a la vez, participar de su gran poder. La brevedad de la frase no permite un desarrollado suficiente de todas las ideas, por lo cual la última afirmación: “porque, mien­ tras no contravino la obediencia, no pecó”, puede resultar de difícil comprensión. Para su interpretación es necesario tener en cuenta que la línea de reflexión más frecuente en la época de Francisco 222 NAT. GRACIA LVI 2/mayo-agosto, 2009, 211-272, ISSN: 0470-3790

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