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DISCIPULADO Y MAGISTERIO ECLESIAL sacramental es uno de los rasgos más relevantes de la nueva teolo gía católica de los ministerios137. Esto quiere decir que el Señor se ofrece él mismo y ofrece su salvación instituyendo un signo suprasubjetivo de su presencia: el ministerio. En este sentido, la ministerialidad de la mediación salva dora significa para la fe algo profundamente liberador. El ministro es, en su cooperación mero signo ministerial de lo que el Señor mismo hace. El ministerio entendido como representación no es una ideología de dominio sino expresión de fe eclesial de que Cristo es el único Señor. El significado teológico del ministerio se puede ilu minar desde la perspectiva del pastor. La imagen del pastor implica que pastor y rebaño se hallan en una relación que excluye cualquier identificación, pero requiere una coordinación mutua. Pero esto no tiene nada que ver con una arrogante superioridad del pastor sobre el rebaño. “Yo so y el buen pastor. El buen p a sto r da su vida p o r la s ovejas. P ero el asa la riado, que no e s p a sto r ; ve venir a l lobo, aban d o na la s ovejas, abandona las ovejas y huye, porqu e e s a sa la riado y no le importan la s o v e ja s” (Jn 10 ,ll-1 3 )m - A esta explicación, Greshake añade un capítulo sobre el ministerio como ‘representación’ de la Iglesia, teniendo en cuenta la fundamentación pneumatológico-ecle- sial del ministerio. El ministerio en esta perspectiva vendría a ser el punto de intersección de auctoritas (de Cristo) y communio (del Espíritu Santo). Pone el ejemplo del ojo: tiene la función de ver la realidad y comunicarla. No es el ojo el que ve sino toda la persona a través de él. Separado del organismo, ya no ve. El ojo no se ve a sí mismo. El ser del ojo estriba en la pura mediación139. Termino esta disertación sobre la relación entre diakonía y poder, reproduciendo un texto que sintetiza con el ministerio su dimensión espiritual: 137 I. OÑATIBIA, El sacramento del Orden , en D. BOROBIO, La celebración en la Iglesia, II, Salamanca, Sígueme, 1988: Representación de Cristo, 630-634. 138 G. GRESHAKE, Ser sacerdote, Salamanca, Sígueme, 1995: El significado teológico del ministerio como representación de Cristo, 70-83. 139 Ib., 89-118. NAT. GUACIA LV1 l/enero-ahril. 2009, 7-64, ISSN: 0470-3790 63
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