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CARLOS BAZARRA eucarística: “Hagan esto en memoria mía” (Le 22, 19; 1 Co 11,24- 25). La Eucaristía no es un simple rito accesorio, sino que es el mismo centro de la vida de la Iglesia: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta 11 fin del mundo” (Mt 28,20). Cuando Cristo dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6) no establece predicados independientes, sino que el camino, la verdad y la vida vienen a resultar la misma realidad, la comunión con Cristo. Me parece inte­ resante seguir el estudio que sobre los tres primeros siglos de la Igle­ sia y el pensamiento de los Padres griegos, ha realizado el teólogo ortodoxo Ioannis Zizioulas, con una encomiable visión ecuménica y que he citado ya en páginas anteriores91. Para él, la Eucaristía no es un acto que realiza una Iglesia ya preexistente, sino que la Eucaristía constituye a la Iglesia en sí misma. La Eucaristía es una experiencia única y total de la obra de Cristo y del Espíritu Santo. Todo lo que fue instituido (comunión con la Trinidad y con la humanidad en el discipulado mediante el amor) debe ser trasmitido por el kerigma y el testimonio de amor por parte de los discípulos, con su vida y muerte. La eucaristía es así la afirmación por antonomasia de la historia, la santificación del tiempo. Además, la epíclesis y la presencia del Espíritu Santo signifi­ can que la Iglesia no está fundada sólo sobre su base histórica, sino que dilata la historia hasta la escatología. La comunidad eucarística hace a la Iglesia no sólo histórica, sino también escatológica. La voz de la sagrada Escritura llega a nosotros no como una doctrina sino como vida v existencia histórica y eterna95. Estableciendo la verdad como comunión, o como encuentro96, hay que llegar a la relación entre verdad y amor. Frente a la afir­ mación de que sólo se puede amar lo que se conoce, lo que crea 94 I. ZIZIOULAS, El ser eclesial, Salamanca, Sígueme, 2003. Su tesis doctoral se titula: La unidad de la Iglesia en la divina eucaristía y en el obispo durante los tres primeros siglos. Edición original en griego, Atenas, 1965. Traducción francesa, París, 1994. 95 Ib., 35-36. 96 E. BRUNNER, La verdad como encuentro, Barcelona, Estela, 1967. 50 NAT. GRACIA LVT l/enero-abril, 2009, 7-64, ISSN: 0470-3790

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