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DISCIPULADO Y MAGISTERIO ECLESIAL De un lado se encuentra la Iglesia docente, que todo lo sabe; de otro, el laico que nada sabe y todo lo recibe. Ya el Papa Gregorio XVI (1831-1846) afirmó categóricamente: “La Iglesia es una sociedad desigual en la que Dios ha destinado a unos a ser gobernantes y a otros a ser servidores. Éstos son los laicos; aquéllos los clérigos”. El Vaticano II equilibró la perspectiva de Pueblo de Dios: todos en ella participan del oficio magisterial de Cristo, incluidos los laicos ( LG 35); en el interior de este pueblo, la Jerarquía goza del oficio oficial, pero siempre como servicio a toda la comunidad cristiana C LG 25). 6a La interacción dialéctica como condición de sanidad de la distinción entre Ecclesia docens y Ecclesia discens. Peligro de la absolutización y opresión de unos sobre otros. Hay que establecer un camino bicli- reccional: a) diálogo sincero entre ambas partes; b) actitud de crítica mutua, discerniendo la voluntad de Dios; c) Aceptar que la Iglesia no existe para sí misma, sino como enviada y salvadora del mundo. El Espíritu no está sólo en la Iglesia, sino también en el mundo. En este sentido es como habla de los ministerios laicales A. Parra86. Incluso la Pontificia Comisión Bíblica publicó el documen­ to “La interpretación de la Biblia en la Iglesia” en la que afirma el privilegio epistemológico de los pobres y marginados y echa por tierra la hegemonía hermenéutica de las élites académicas del Primer Mundo87. Es importante la declaración del Vaticano II: “La totalidad de los fieles, que tienen la unción del Santo, no puede equivocarse cuando cree, y esta prerrogativa peculiar suya la manifiesta mediante el sen­ tido sobrenatural de la fe en todo elpueblo cuando «desde los Obispos basta los últimos fieles laicos»presta su consentimiento universal en las cosas de f e y costumbres”88. En otro documento explica: “Es evi­ dente que no todos los hombres so?i iguales en lo que toca a la capa­ cidad física y a las cualidades intelectuales y morales. Sin embargo, 86 A. PARRA, Ministerios laicales, en Mysterium Liberationis, tomo II, Madrid, Trotta, 1990, 319-343- 87 J. P. RUIZ, Nuevas maneras de leer la Biblia en los marcos culturales clel tercer mundo, en Concilittm 257 (1995) 109. 88 LG 12. NAT. GUACIA LVT 1/enero-abril, 2009. 7-64. ISSN: 0470-3790 47