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CARLOS HAZARRA Boff hace algunos años85. El capítulo 10 de dicho libro se titula: ¿Está justificada la distinción entre Iglesia docente e Iglesia discente? Y las tesis que desarrolla se enuncian así: Ia Toda la Iglesia (communitas fide lium ) constituye la Ecclesia discens. No sólo los fieles de a pie, sino también los miembros de la jerarquía permanecen toda la vida en aprendizaje, a la escucha del único Maestro que es Cristo. Es formación permanente hasta la muerte. 2a Toda la Iglesia (commu­ nitas fideliwn ) constituye la Ecclesia docens. Todos no sólo por el sacramento del Orden, sino por el Bautismo, somos portadores del Espíritu Santo y enviados a dar testimonio. 3a Docens y discens son dos funciones y no dos fracciones de la Iglesia. Hay un mutuo apren­ dizaje en la Iglesia. En la simultaneidad de ambas funciones debe entenderse el no dejarse llamar maestro, padre o guía (Mt 23,8-10). 4a La distinción entre Ecclesia docens y Ecclesia discens sólo es teo­ lógicamente válida cuando previamente se ha asumido y superado la reflexión socio-analítica acerca de la división religiosa del trabajo. Afirmamos que en la Iglesia existe una instancia que asume de modo especial la función de enseñar en forma oficial y auténtica. No hay que pensar que la Iglesia salió directamente estructurada y per­ fecta de manos del Jesucristo, sino que siguió la evolución histórica. Las grandes religiones, y también el cristianismo, están asociadas a la aparición de las ciudades separándose del campesinado. Fue la primera división social del trabajo en manual e intelectual. La urba­ nización contribuyó a la racionalización de la religión, propiciando el surgimiento de un cuerpo de peritos encargados de codificar e interpretar auténticamente el caudal religioso común a todos los fie­ les. O sea, que aunque Cristo no hubiera dicho nada sobre el poder de enseñar auténticamente, aun así existiría en la Iglesia dicha ins­ tancia magisterial. De este modo, la distinción entre Iglesia docente y discente se justifica mientras conserve su carácter de funcionalidad para la comunidad de hermanos. No es una instancia por encima de la Iglesia, sino dentro de la comunidad. 5a La concepción dicotomica de la Iglesia como Ecclesia docens y Ecclesia discens procede de una visión patológica de la realidad de la Iglesia. ¿En qué sentido? 85 L. BOFF, Iglesia: carisma y poder, Santander, Sal Tei rae, 1982. 46 NAT. GUACIA LVI 1/enero-abril, 2009, 7-64. ISSN: 0470-3790

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