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CARLOS BAZARRA que reconocer una autoridad en la Iglesia, pero como servicio a la vida, ejercida fraternalmente. En los Hechos d e los Apóstoles aparece el conflicto: ¿Hay que obligar a los paganos a circuncidarse? Se dialoga y se produce el primer escrito del Nuevo Testamento3, una decisión colegial: “Ha p a r e c id o bien a l Espíritu Santo y a nosotros, no imponerles ninguna carga m ás qu e estas cosas n ecesarias, abstenerse d e lo sa crificad o a los ídolos, d e la sangre y d e la fo rn ica c ión ” (Hech 15,28-29). Pablo en cambio resume el concilio de Jerusalén diciendo que “ solam en te nos p id ieron qu e nos acord áram o s d e los p o b r e s” (Gal 2,10). Y en el versículo siguiente Pablo reconoce abiertamente su enfrentamiento con Pedro: “Le resistí ca ra a c a r a ” (Gal 2,11). Conviene notar que Pablo distingue, hablando del matrimonio, lo que es voluntad del Señor: “No yo, sino el S eñ o r” (1 Co 7,10) y lo que él propone: “Lo digo yo, no el S eñor” (1 Co 7,12). En las car­ tas pastorales se insiste en la “sana doctrina”, ya que comienzan a aparecer desviaciones doctrinales. Todo esto refuerza la idea de la enseñanza y la apostolicidad. Los escritos de Juan destacan la autoridad de Jesús, que implica más que un poder sobre los demás, la capacidad de darlo todo (Jn 17,2). “N adie m e quita la vida, y o la doy librem en te” (Jn 10,18). En la teología de Juan el discípulo recibe su identidad ante todo de su estrecha relación con Cristo, como los sarmientos y la vid (Jn 15,1-7). Los creyentes forman un pueblo en la medida de su unión a Cristo. Las conclusiones que podemos extraer del Nuevo Testamento se resumen en los siguientes asertos: La autoridad reside formalmente en Jesús, anunciando el Reino de Dios, a través de la coherencia entre sus palabras y sus acciones liberadoras, destinada a la liberación y salvación de los hombres. La autoridad es trasmitida a sus discípulos después de la Pascua. Jesús la entrega pero no renuncia a ella; se mantiene la referencia al único Maestro, ausente y presente en la Iglesia. La autoridad de la 3 C. BAZARRA, En lafuente del Nuevo Testamento, Caracas, Paulinas, 1991. 10 NAT. GUACIA LV! 1/enero-abril, 2009, 7-64. ISSN: 0470-3790

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