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ELOGIO DE LA POESÍA: LA POÉTICA, «LUGAR» TEOLÓGICO. 521 H. U. von Balthasar, en el prefacio al primer volumen de su esté­ tica teológica Gloria, manifestaba que el propósito d e la p resen te o b r a es d e s a r r o lla r la teo log ía cristian a a la lu z d el tercer tras­ cen d en ta l. Es decir, com p leta r la visión d e l verum y d e l bonum m ed ian te el pu lchrum . Mostraremos h asta qu é pu n to el a b a n d o ­ no progresivo d e esta p erspectiva (qu e tan p ro fu n d am en te c o n fi­ gu ró en o tra s ép o c a s a la te o lo g ía ) b a em p o b r e c id o a l p e n s a ­ m iento cristiano... Con ello no qu erem os a firm a r en m odo alguno que, en la teología, el pun to d e vista estético h a y a d e sustituir en lo sucesivo a l lógico y a l é t ic o 13. Y un poco después manifestará, tajante, que de no tener presente esta necesidad el testimonio d el ser d ev ien e in creíble p a r a a q u e l qu e y a no es c a p a z d e en tend er la b e lle z a 14. La estética y la belleza emergen en nuestra cultura como uno de los puntos de encuentro entre la sensibilidad actual y la vivencia espiritual tras un cierto período de divorcio. Dostoyevski proclamó que «la belleza salvará al mundo» 15, y es que, como ha dicho el escultor británico Henry Moore ya en nuestro siglo, «los artistas, de alguna manera, son religiosos de cualquier manera. Tienen que serlo si por religión uno se refiere a la creencia de que la vida tiene algu­ na significación y algún significado como yo creo que tiene. El artis­ ta no podrá trabajar sin creer esto»l6. Es el propio Concilio Vaticano II quien invita y estimula a com­ prender dentro del contexto de los signos de los tiempos «las dife­ rentes voces de nuestro tiempo... a fin de que la Verdad revelada pueda ser mejor percibida, mejor entendida y expresada en forma más adecuada»17. Así lo entendía Congar al afirmar que -si la Iglesia qu iere a c er­ carse a los verdaderos problem as del mundo actu al y esforzarse p o r esboza r una respuesta, d eb e a b rir un nuevo capítulo d e epistemolo­ g ía teológico-pastoral. En lugar d e p artir sólo del dato d e la revelá­ is H . U. v o n B a lth asar, Gloria. Una estética teológica. 1. La percepción de la forma, Madrid 1985, 15. 14 Ibid., 24. 15 F. D o stoyevsk i, El idiota, parte III, cap. V. 16 R. H arrjes, o . c ., 8. 17 GS, 44.

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