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ELOGIO DE LA POESÍA: LA POÈTICA, «LUGAR. TEOLÒGICO. 527 El Arte puro como Cristo exclama: Ego sum lux et veritas et vita» 30. (R. Darío) ' «Sí, poeta: el amor y el dolor son tu reino. Carne mortal la tuya, que arrebatada por el espíritu, arde en la noche o se eleva en el mediodía poderoso ...*31 (Vicente Aleixandre). De igual modo el poeta británico Tomlinson ve en la poesía la vía para acceder al «misterio» y combatir la banalidad: «Con la poe­ sía me sentía en contacto con la realidad, el mundo; con el misterio del ser... Con la poesía tienes la sensación de estar en contacto con una realidad que la vida intenta cancelar ¿sabe?, hay tanta banalidad alrededor...»32. Porque «lo que permanece, lo fundan los poetas» (F. Holder- lin). PALABRA POÉTICA Y/O PALABRA PROFÈTICA Y REVELADORA El hombre es el animal de la palabra, y el poeta el que está a la búsqueda de la palabra exacta, de esa palabra que nos libera. Y ante tanta letra impresa — estúpida y hueca palabrería que llena el todos-los-días — 33, es preciso distinguirla de la santa palabra de la poesía y afirmar la necesidad de los poetas y su importancia para un mundo materialista como el nuestro y tan obsesionado por la técnica; los poetas vendrían a ser como los profetas de hoy, y así León Felipe llega a identificar poema y profecía: «¿Quién ha dicho que ya no hay poetas en el mundo? ¿Quién ha dicho que ya no hay profetas?»0*. 30 R. D a río , o . c ., 76. 31 V. A leixandre , Sombra del Paraíso, Madrid 1977, 84. 32 «Babelia», El País, 13 -1V-1992. 33 K. R a h n er , «La palabra poética y el cristiano», en Escritos de Teología , IV, Madrid 1961, 464. 34 L. F elipe , Obras Completas, Buenos Aires 1963, 929-

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