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EL ORIGEN DEL HOMBRE EN LA MITOLOGÍA BARÍ. 513 morfología cultural, sobre la base de la unidad familiar y el arma­ zón de las relaciones comunitarias puestas en evidencia en su pro­ pio sistema económico. La interpretación de la concepción mitológica barí exigió la necesaria clarificación de la ubicación cultural, toda ella regida por los mandatos primordiales de su héroe mítico, Sabaséba. También, una descripción del proceso formativo que insiste en la transmisión de principios, que preparen al sujeto para la vida concebida desde sus categorías cultural. Por esta razón, toda la educación del barí se encuentra afianzada sobre la enseñanza de sus tradiciones; delega­ da ésta a los miembros más ancianos de la tribu. Pues la cultura oral cimienta sus pilares en la narración de sus relatos míticos. De esta forma, la mitología otorga fundamento a la existencia humana y pro­ porciona un visión estratificada de la realidad. Cosmovisión que con­ cede al hombre la posibilidad para hacer frente a las inseguridades del caótico mundo. El pensamiento de Mircea Eliade reconoce en el mito como alcance funcional el dar cuenta de la irrupción de lo sagrado y ofre­ cer a las actividades humanas la debida justificación mítica para cargarlas de significado. El mito, como historia sagrada y verdade­ ra, narra acontecimientos que realizaron los seres sobrenaturales en el tiempo primordial. Al relatar cómo surgieron las cosas, revela el paradigma de las acciones humanas y también el porqué y las cir­ cunstancias de su aparición. De esta forma, solamente se puede lle­ gar a ser verdadero hombre en tanto en cuanto se esté en confor­ midad con las enseñanzas de los mitos. Al relacionar sus experiencias con el fenómeno religioso, el hombre de las socieda­ des arcaicas asume la realidad de lo sagrado, haciendo que todo su vivir sea un acto religioso , su modo específico de estar en el mundo. El mito considerado en su contenido como un relato arcaico, hace referencia a actos llevados a cabo por la realidad sobrenatural. Esta manifestación facilita la diferenciación, por la evidencia de la ruptura de nivel, entre lo profano y la historia arquetípica. Pasado mítico que es recuperado frecuentemente por medio de la repetición de los modelos ejemplares, rememoración del mito cosmogónico. De este modo, la actual precaria situación adquiere sentido al ser evoca­ da periódicamente en los relatos míticos del tiempo de los ancestros. Además de revelar la nostalgia por la perfección de los orígenes, pone