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500 RAFAEL CASTILLO VELANDIA De esta manera, en el ámbito de las culturas arcaicas agrarias, donde la experiencia del tiempo cósmico se halla totalmente pre­ sente, la concepción circular de lo temporal acaba por imponerse214. En cierta forma, todo es juzgado en términos de vida vegetal. Por ejemplo, para darle una interpretación al abundante calor de las sequías propio de la selva tropical húmeda, los barí recurren a los tiempos primigenios de su mitología 215. En aquel tiempo cuando Sabaséba todavía vivía con los barí, angustiado éste por la gran can­ tidad de agua que caía del cielo, «mandó a K o k éb a d ó u que enviase a sus hijos a recoger hojas de palmera real (K u k d á ) para quemarlas. Una vez recogidas y puestas en un montoncito, S a b a s é b a las quemó produciéndose, entonces, el calor, la época del verano. Hecha la prueba, S a b a sé­ b a señaló a K o k éb a d ó u esta misión: ‘Tú te vas a encargar de echar K u k d á (hojas de palma real) para que se produzca el verano’... Desde entonces, cuando K o k éb a d ó u quema hojas de palmera real, se produce el calor-2l6. La historia arquetípica de los orígenes manifestada por medio de los mitos y regenerada por las prácticas rituales, es la única his­ toria que acepta el hombre primitivo 211. El mito al tener la función de revelar los acontecimientos primordiales, penetra —al menos sim­ bólicamente— en el Gran Tiempo, recuperando periódicamente el tiempo de los comienzos y despreciando de este modo el momento presente 218. En este sentido, «por el simple hecho de escuchar un mito, el hombre se olvida de su condición profana, de su situación histórica... se olvida en cierto modo su situación particular y es pro­ yectado a otro mundo, a un Universo que ya no es su pobre mez­ quino universo cotidiano»219. En consecuencia, es en el desprecio 214 Cf. K. W. B olle , Cosmology, o. c., 100-107; P. R ico eur , Myth an d History, o. c., 273-282. 215 Cf. D. C astillo , o . c ., 228-230. 216 Ibid., 229. 217 Cf. E. M . Z uesse , Ritual, o. c., 405-422. 218 Cf. C. H. L on g , Cosmogony, o. c., 94-100. 219 M. E liade , Imágenes y símbolos, Taurus, Madrid 1992, 64-65. Cf. C. C o lpe , Sacred an d the Profane, o. c., 511-526.

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