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EL ORIGEN DEL HOMBRE EN LA MITOLOGÍA BARÍ.. 487 mes. Los muertos (Basunchimba) lo oyeron de noche y compren­ dieron que no le gustaba vivir junto a los otros barí. Entonces, cuan­ do aquel barí chismoso estaba dormido, vinieron, le robaron su espíritu y se lo llevaron con ellos para corregirle. Desde entonces, los barí comprendieron que ser chismoso es malo y que muchos barí han muerto por ser chismosos y hablar mal de otros barí»145. Conocer los mitos significa saber lo que ha acontecido erí el mundo realmente. Toda la obra de los seres sobrenaturales queda develada, evidenciando la irrupción de lo sagrado en el cosmos 146. De esta forma, se accede a un conocimiento original para respon­ der vivencialmente a las incertidumbres del sentido de la existencia, tanto del mundo como de la propia persona. Por esto, la seguridad que otorga el conocimiento de los mitos, sobre todo los comogóni- cos, es de estabilidad y sentido 147. «... al conocer el mito, se conoce el ‘origen’ de las cosas y, por consiguiente, se llega a dominarlas y manipularlas a volun­ tad..., se trata de un conocimiento... que se ‘vive’ de forma ritual, ya al narrar ceremonialmente el mito, ya al efectuar el ritual para el que sirve de justificación»148. Sabiendo lo que acaeció en los orígenes al manifestarse las fuerzas sagradas, el hombre se hace dueño de una historia propia, una cosmovisión particular y también un modelo ejemplar para las propias actuaciones 149. De esta manera, «todo mito, independiente­ mente de su naturaleza, anuncia un acontecimiento que ha tenido lugar in illo tempore y constituye, de hecho, un precedente ejem­ plar para todas las acciones y ‘situaciones’ que, a continuación, repi­ tan este acontecimiento» 15°. 145 D. C a s tillo , o . c ., 257. 146 Cf. B. M o o n , Archetypes, art. c., 379-382; C. H . L o n g , Cosmogony, o. c ., 94-100. 147 Cf. L. E. S ullivan , Orientation, o. c., 105-108. 148 M. E liade , Mito y realidad, 25. Cf. E. M. Z uesse , Ritual, en E liade , M.(e<±), The Enciclopedia of Religion, XII, New York-London 1987, 405-422. 149 Cf. P. R icoeur , Myth and History, o. c., 273-282. 150 M. E liade , Tratado de Historia de las Religiones:morfología y dialéctica de lo sagrado, Cristiandad, Madrid 32001, 360. Cf. B. M o o n , Archetypes, o. c., 379-382.

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