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486 RAFAEL CASTILLO VELANDIA les toman sentido al ser una proyección de lo realmente auténtico. «En los grados más arcaicos de la cultura, vivir com o ser hum ano es en sí mismo un acto religioso pues la alimentación, la vida sexual y el trabajo tienen un valor sacramental. La experiencia de lo sagrado es inherente al modo de ser del hombre en el mundo»141. «... el mito se refiere siempre a una ‘creación’, cuenta cómo algo ha llegado a la existencia o cómo un comportamiento, una institución, una manera de trabajar, se han fundado; es esta la razón de que los mitos constituyan los paradigmas de todo acto humano significativo»142. Los mitos en su misma estructura significativa, presentan una serie de valores como consecuencia de los diversos interrogantes que plantean las situaciones conflictivas, los cuales intentan funda­ mentar y formalizar simbólicamente 143. De este modo, las situacio­ nes-límite de carácter primario se entrelazan con el valor existencial de las manifestaciones simbólicas. Por ello, «vivir un símbolo y des­ cifrar correctamente su mensaje implica la apertura hacia el espíritu y finalmente el acceso a lo universal»144. En este sentido, el surgimiento del pueblo barí está fundado en su mitología. La familia, pilar fundamental de su grupo étnico, pro­ viene de la piña tropical que S ab a séb a partió ya madura. De esta forma, se intenta crear un sistema ético familiar para salvaguardar dicha institución, tan importante para la misma estructura social, y asegurar la supervivencia en el porvenir. De ahí que los ancianos (S ag ’dóu), para corregir algunas contiendas generadoras de ciertas rivalidades, narraban relatos moralizantes: «Entre los antiguos barí, había uno que siempre estaban hablando mal de los otros y molestando a los demás con sus chi- 141 M. E lia d e , La prueba del laberinto —conversaciones con Claude-Henri Roc- quet —, Cristiandad, Madrid 1980, 176. Cf. J. A. M a r tin , Religious Experience, o. c., 323-330. 142 M. E lia d e , Mito y realidad, 25. Cf. C. H . L o n g , Cosmogony, o. c., 94-100. 143 Cf. J. W. H e isig , Symbolism, o. c., 198-208. 144 M. E lia d e , Mefistófeles y el Andrógino, Guadarrama, Madrid 1969, 269. Cf. H e isig , Symbolism, o. c., 198-208.

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