PS_NyG_2003v050n003p0471_0514

484 RAFAEL CASTILLO VELANDIA les está'permitido nunca enfadarse, ya desde la época de sus ante­ pasados: «Un buen día, Sabaséba, según estaba partiendo con su machete una de esas piñas con las que se alimentaba en su duro trabajo, sintió que dentro de la misma se sonreían personas. La abrió y salió una familia barí sonriente y alegre. Fue entonces cuando Sabaséba les dijo: ‘Ustedes se llamarán barí y estarán siem­ pre alegres y sonrientes’... y así lo recomendó Sabaséba. Así lo han hecho todos los barí desde el comienzo y así también debe­ mos hacerlo nosotros» 13°. El mito por su peculiar característica de ser continuamente rela­ tado recupera periódicamente el pasado mítico, reactualizando un acontecimiento primordial ocurrido en los orígenes, donde se ha manifestado la fuerza de lo sagrado 131. «No existe mito si no se des­ vela un ‘misterio’, revelación de un acontecimiento primordial que conforma la base de una estructura de la realidad o de un compor­ tamiento humano... Cuando no es asumido como una revelación de los ‘misterios’, el mito se ‘degrada’, se oscurece, vuélvese cuento o leyenda»132. De ahí que al revelar la existencia y aparición de lo sagrado, solamente podían relatarse durante un tiempo muy espe­ cial 133. 2.2. Elementos morfológicos Partiendo, pues, de la aproximación conceptual del mito, se está ya en disposición de ofrecer los diferentes aspectos que carac­ terizan a éste 134. Se expondrán siguiendo las cinco notas fundamen­ tales que el mismo Mircea Eliade propone al final del primer capítu­ lo de su obra Mito y realidad. 130 D. C a s tillo , o . c ., 219. 131 Cf. W. G. O x t o b y , Holy, Idea o f the, en M. E liade (ed.), The Enciclopedia o f Religion, VI, New York-London 1987, 431-438. 132 M. E liade , Mitos, sueños y místenos, Kairos, Barcelona 2001, 14. 133 Cf. C . C olpe , Sacred and the Profane, o. c., 511-526. 134 Cf. K. W. B olle , Myth. An Overvie, o. c., 261-273.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz