PS_NyG_2003v050n003p0471_0514

EL ORIGEN DEL HOMBRE EN LA MITOLOGÍA BARÍ. 483 ‘comienzos’. Dicho de otro modo: el mito explica como gracias a las hazañas de los seres sobrenaturales, una realidad ha venido a la existencia, sea ésta realidad total, el cosmos, o solamente un frag­ mento: una isla, una especie vegetal, un comportamiento humano, una institución. Es, pues, siempre el relato de una ‘creación’: se narra cómo algo ha sido producido, ha comenzado a ser. El mito no habla sino de lo que ha sucedido realmente, de lo que se ha manifestado plenamente... En suma, los mitos describen las diver­ sas, y a veces dramáticas, irrupciones de lo sagrado (o de lo ‘sobre­ natural’) en el mundo. Esta irrupción de lo sagrado es la que fu n ­ damenta realmente el mundo y la que lo hace tal como es hoy día. Más aún: el hombre es lo que es hoy, un ser mortal, sexuado y cul­ tural, a consecuencia de las intervenciones de los seres sobrenatu­ rales* 123. La interpretación de Mircea Eliade, considera el mito como una historia sagrada, por tanto, una historia verdadera, pues se refiere siempre a realidades124. Por el mismo hecho de relatar las gestas de los seres sobrenaturales 125 y presentar sus poderes sagrados, el mito revela un hecho primordial que fundamenta una estructura de lo real y un paradigma de las actividades humanas significativas 126. Pues su misión es darle legitimidad a todo cuando acontece en el interior del mundo. En este sentido, cualquier intento de explica­ ción de lo que sucede, ha de hacerse narrando sus orígenes, jamás como lo harían las teorías científico-técnicas pretendiendo descifrar los distintos elementos que componen el mundo. «Si el mundo exis­ te , si el hombre existe, es porque los seres sobrenaturales han des­ plegado una actividad creadora en los ‘comienzos’* 127. En el caso de los barí incluso para darle sentido y fundamenta- ción a su proverbial sonrisa, peculiar característica de su perfil antro­ pológico 128, recurren a los modelos de sus orígenes míticos 129. Los ancianos (Sag ’dóu) relatan el mito, insistiendo en que a los barí no 123 M. E liade , Mito y realidad, Kairós, Barcelona 1999, 13-14. 124 Cf. B. M o o n , Archetypes, o. c., 379-382. 125 Cf. C. H. L o n g , Ancestors, o. c.y 263-270. 126 Cf. J. A. M artin , Religious Experience, art. c., 323-330. 127 M. E liade , Mito y realidad, 18; cf. C. H. L o n g , Cosmogony, art. c., 94-100. 128 Cf. D. C a s tillo , o . c .} 43-44. 129 Cf. M o o n , Archetypes, o. c., 379-382.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz