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LAS CONSTITUCIONES DE LOS HERMANOS MENORES CAPUCHINOS... 463 del cambio socio-cultural, seguido del eclesial-teológico padecido en nuestro tiempo, propondría para el actual texto de capítulo VIII sobre el Régimen de la Orden o Fraternidad algunas nuevas posi­ ciones doctrinales. Ante todo, desde este campo de visión doctrinal, propondría la decisión por la propuesta, y ésta no es nueva, de una más decidida apuesta por el mito cristiano franciscano, que concibe y presenta la autoridad como servicio, pero no vista esta autoridad únicamente en visión de minoridad, sino en perspectiva sociológica; es decir, que las disposiciones del superior sean aceptadas como propias del grupo y no dividan al mismo. También en perspectiva psicológica, a saber, que las disposiciones sean observables por todas las perso­ nas que piensan en fe y cuentan con la gracia para poder actuar en el plano natural y sobrenatural. Un servicio, como el de lavar los pies según el evangelio, debe aparecer como la síntesis entre la opción sociológica y psicológica. Mas su realización perfecta no será posible sin una transacción con el aspecto fundamental de la vida cristiana y franciscana, compro­ miso religioso o búsqueda libre del querer de Dios, descubierto por la sabiduría de los auténticos seguidores de Cristo. Éstos son las per­ sonas que, aun siendo sabias en el sentido de formación intelectual —cualidad que se requiere para los superiores—, aparecen y son sencillas y humildes en el sentido del que habla san Pablo en su carta ICor 1, 26, las que se consagran a la búsqueda de la santidad, dicho en frases más cercanas, quienes se esfuerzan por conocer y presentar en todo momento una actitud de fidelidad a la propia identidad y carisma congregacional, en resumidas cuentas, segui­ miento de Cristo, valor universal, y en la peculiaridad de un grupo, de un tiempo, de unas circunstancias y en respuesta a un modo de ser personal. Desde un campo de visión que supera el sociológico y psicoló­ gico, pienso que el capítulo VIII de las Constituciones de los Her­ manos Menores Capuchinos podría dar una mayor cancha y progra­ mar con mayor apertura teológica un pronunciamiento y una posición de descentralización, en un medio siempre católico y uni­ versal, ahora globalizado, arbitrando sabiamente las posibilidades de organismos intermedios situados entre la cúspide y la base, tales como circunscripciones territoriales, diversos organismos de cónsul-

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