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418 SATURNINO ARA ción de las Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos como el esfuerzo de encarnación o realización de la vida evangélica capuchina en la pluralidad y diversidad de los distintos modos de vivir el Evangelio por los diversos pueblos, después de someter a crítica esos distintos modos, buscando hacerlos conformes con el propio carisma, mediante la presentación y programación de una manera nueva de actuar: vida e instituciones que responden a las exigencias del carisma que define y garantiza la identidad peculiar. El tema de la inculturación o encarnación del carisma francis­ cano-capuchino en la diversidad de las culturas y en un mundo glo- balizado es algo que resulta verdaderamente atrayente. Lo presento en dos apartados: La pluralidad cultural o los diversos modos de ser capuchino y la globalización. 1 . 1 . L a pluralidad cultural o los d iversos m o do s d e ser ca pu c h ino Añadimos a la expresión pluralidad cultural esta otra de modo de ser, porque nos referimos aquí a modos de ser capuchinos que denominaríamos americano, africano, asiático, francés, español, etc., según sean los lugares, naciones y continentes donde se viven, en conformidad con la cultura respectiva, los valores permanentes del cristianismo y los radicales del movimiento franciscano capuchino. La pluralidad cultural es un hecho siempre constatado, pero distinguido y apreciado de modo especial en estos últimos tiempos. Efectivamente, nuestras gentes del pasado distinguían y apreciaban la existencia de una mentalidad agrícola y otra ciudadana, aunque no con la claridad con la que hoy venimos apreciando semejante diferencia, hasta presentar de forma muy concreta y expresa el tema y el problema de nuestro lastre de mentalidad o cultura agrícola, sin habernos hecho aún y menos asimilado o simplemente aproximado a la mentalidad técnica. Valga de ejemplo el caso de ciertas técnicas y modos de oración, algo que sería, además de oportuno, bello y acertado, ponerlos en práctica en esa nuestra cotidianidad que res­ ponde a una mentalidad técnica. Las diferencias entre cultura occidental y no occidental, euro­ pea y americana, africana y asiática, etc., son realidades admitidas por todos y en aprecio valorativo de su distinción y sin plantearse

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