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452 SATURNINO ARA la Iglesia, que el sentido actual del voto de pobreza, bien contex­ tuado, debe caracterizarse por la renuncia al ritmo de un consumo que no es universalizable —¿puede ser esto deseable y posible?— y por un patrimonio común que incluya personas y bienes. C a pítu lo X.— N uestra vida d e o bed ien c ia El significado antropológico de los tres consejos evangélicos o votos religiosos empuja a destacar una presentación doctrinal que valore, en el caso del voto de obediencia, su actualidad como expresión de una madurez de responsabilidad individual. Faceta que haría más rico e inteligible el texto de las Constituciones, nece­ sitadas de una presentación bien clara y mayormente comprometi­ da con las exigencias de nuestro tiempo y de los signos de los tiempos. La conclusión ofrecida en mi estudio del capítulo X de las Cons­ tituciones (S. A ra , 27 Colección OPI, p. 156), me llevaba a afirmar que este capítulo es un tesoro de doctrina y espiritualidad francisca­ no capuchina, verdaderamente retadora frente a situaciones que denominaríamos límite. Habla con mesura del servicio del superior, ministro, en cuanto primer empeñado en ser fiel a toda obediencia, en particular, a la caritativa, y apenas de su cometido como anima­ dor espiritual. A los súbditos, Hermanos, les hace reflexionar sobre el valor de la obediencia auténticamente activa y responsable, esa que incluso puede llegar a crear situaciones delicadas por causa de determinadas actitudes y, más en concreto, cuando se toma la ini­ ciativa de recurrir a los ministros. No presenta, al igual que se hace con los otros dos votos, el mínimo legal, como compromiso público o voto formulado en la peculiaridad carismàtica. En efecto, este capítulo presenta el tema de la obediencia en un doble articulado y desde dos campos de visión. El primer artículo habla del servicio pastoral de los ministros. Comienza por destacar la nota de servicio y se aleja de toda connotación de poder. Convendrá, tal vez, poner más de relieve y hacer hincapié en la peculiaridad evangélica del servicio y de la ausencia de poder, con el fin de alejar de la mente de los Hermanos la apetencia y bús­ queda de algo que, en tonalidad evangélica, es un cargar con la cruz y con el peso del lavado de pies, cruz y peso que resultan ligeros con la ayuda del

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