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LAS CONSTITUCIONES DE LOS HERMANOS MENORES CAPUCHINOS... 449 encuentro con Dios, y horizontales, roce cotidiano fraterno con el Hermano y con el hombre en general. La vida de oración es la llamada a la profundización en el gozo que produce el descubrimiento del tesoro de la Trinidad, Padre, Hijo Encarnado y Espíritu Santo y el del descubrimiento del servicio al hombre, en respuesta a una solidaridad humana que, en términos cristianos y teológicos, damos a conocer mediante los conceptos de fraternidad y comunión. C a pítu lo s IV, X y XI: Los tres co n sejo s evang élico s o v o to s religioso s Los consejos evangélicos están presentados en las Constitucio nes de los Hermanos Menores Capuchinos como el modo de reali zar más de cerca el seguimiento de Cristo. La exposición doctrinal que se nos da en ellas responde a una forma de pensar y ser, cultu ra, del pasado; se puede percibir un deje nostálgico, al igual que pudo hacer sucedido con el capítulo de la oración; no obstante, la confesión abierta de que poseer y reflejar los sentimientos, los afec tos y los intereses de Jesús constituye el mayor don del Espíritu Santo que obra en nosotros. Los consejos evangélicos no son una renuncia, sino una actuación noble y libre de quien se decide por el seguimiento de Cristo. Que la descripción y presentación de los tres votos hecha por las Constituciones de los Hermanos Menores Capuchinos pueda no responder al nuevo contexto cultural no tiene nada de extraño. Lee mos en el n. 57 del documento de la Comisión Teológica USG: «El elemento fundante de la vida consagrada es el seguimien to de Cristo tal como aparece en el Evangelio. La Memoria Jesu en el contexto de las diferentes culturas hace necesario repensar la herencia recibida: por eso, podemos preguntarnos si la tríada clásica de consejos evangélicos —pobreza, castidad y obedien cia— expresan adecuadamente el seguimiento evangélico de Jesús en diferentes culturas y en nuestro tiempo. Sabemos que esta tría da surgió a comienzo del segundo milenio (a partir del 1200) y no es asumida votivamente por todos los institutos. También podemos preguntamos si la misma categoría de voto sigue siendo significativa; si, tal vez, no debemos extraer de los mismos Evan-
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