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440 SATURNINO ARA históricas y culturales que no se dieron en el pasado y se dan en un determinado momento histórico y que, consiguientemente, no son permanentes. Hemos tratado de presentar y distinguir, sin bus­ car hacerlo directamente, entre valores o realidades permanentes y cambiantes o contingentes. Se recuerda también que con la posmodernidad nos situamos en un cambio de época y que esta posmodernidad debe ser consi­ derada y tenida en cuenta no únicamente en sus fallos y debilida­ des, sino también en sus aciertos y avances, que tantas veces son eclesiales y largamente humanistas. 3. LA ESPIRITUALIDAD DE LAS CONSTITUCIONES DE LOS HERMANOS MENORES CAPUCHINOS Se lee en el evangelio de san Marcos 2, 21-22: «Nadie cose un remiendo de paño nuevo en un vestido viejo, porque lo añadido tirará de él, lo nuevo de lo viejo, y el rasgón se hará mayor. Nadie echa tampoco vino nuevo en odres viejos, porque el vino reventará los odres, y se perderán vino y odres. El vino nuevo, en odres nuevos». Una teología y eclesiología depuradas, espiritualidad más refi­ nada, una interpretación actualizada y competente, una antropolo­ gía, psicología y demás ciencias superadas que, en conjunto, ofre­ cen una nueva y distinta visión del hombre, etc., aportan una seguridad de conquista y adelanto por parte también de las ciencias sagradas y de la praxis cristiana, actitudes y avances todos que deben recogerse en los odres que presentan el ritmo de vida de la Iglesia y de los diversos institutos religiosos. Transformación para adecuarse a la realidad socio-eclesial. Vino nuevo y, de inmediato, se nos añade, que cabe en el viejo odre legal de las Constituciones que responden a otros tiempos. Muy pocas y raras veces se confiesa vino nuevo, expresión de una nueva espiritualidad, que es necesario almacenar en unos odres ela­ borados expresamente para recoger y reflejar el carisma o identidad actualizados y vividos con reconocimiento.

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